A pesar de haber atravesado un año de tensiones y polémicas, los duques de Sussex están planeando su mejor estrategia para lograr reestablecer lazos con el monarca británico (REUTERS)
Esta temporada navideña, el Rey Carlos de Inglaterra grabó su discurso anual sin la presencia de su hijo menor, el Príncipe Harry, por quinto año consecutivo. Sin embargo, la distancia no impedirá que Harry y su esposa, Meghan Markle, junto con sus hijos, Archie y Lilibet, se acerquen al monarca aunque sea desde la distancia, desde su residencia en Montecito. ¿Su objetivo? Una fuente cercana lo reveló.
El año 2023 ha sido tenso para la familia real británica, marcado por las fulminantes memorias de Harry en su libro “En la sombra”, donde arremetió contra su madrastra, la reina consorte Camilla, y el controvertido programa de Netflix de los duques de Sussex.
La situación se agravó en las últimas semanas con las escandalosas afirmaciones de un supuesto racismo en el libro “Endgame” de Omid Scobie, donde Carlos fue señalado como uno de los miembros que expresaron preocupación por el color de piel del primogénito de Harry, a lo que se habría unido Kate Middleton. Estos eventos se suman a la ya conocida fractura en la relación entre Harry y su hermano Guillermo.
Después de un período de distanciamiento y abrumadores dimes y diretes por parte de la pareja y la prensa, Harry y Markle ha decidido intentar poner fin a la tensión y acordar una tregua en estas fechas navideñas. Según fuentes cercanas de PageSix, este gesto forma parte de la nueva estrategia de los Sussex: la reconciliación.
El trasfondo de esta nueva táctica de los duques de Sussex se puede asociar directamente a la cercanía del cumpleaños número 40 de Harry, ya que el príncipe “es consciente de las arenas movedizas del tiempo”, según informó el medio estadounidense. También puede estar motivada por las complejas dinámicas familiares que han colocado a la famosa pareja en el centro de varias controversias.
El intento de recomponer la relación con el Rey Carlos se ha visto reflejado en acciones como la llamada telefónica en su cumpleaños número 75, donde los pequeños Archie y Lilibet, nietos del rey, le cantaron, aunque más tarde la pareja fuera criticada por no mantener en privado este gesto conciliador. Por ello, la veracidad de la intención fue cuestionada.
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