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ASUNCIÓN.- El presidente de Bolivia, Luis Arce, sostuvo este lunes desde Asunción que su gobierno enfrenta serios riesgos tras ser acusado por el expresidente Evo Morales de orquestar un autogolpe el pasado 26 de junio para mantenerse en el poder.
«El peligro de acortar mi mandato, por la vía que fuese, no ha desaparecido, como tampoco ha retrocedido un milímetro la firmeza de nuestro pueblo y su gobierno para defender la democracia y la Revolución Democrática Cultural», afirmó Arce.
El mandatario boliviano criticó duramente las afirmaciones de un supuesto autogolpe como infundadas y poco serias, señalando que provienen de sectores que buscan socavar la democracia en Bolivia. Además, precisó que las críticas hacia su gobierno han sido alimentadas por antiguos militares y civiles vinculados a eventos políticos anteriores, subrayando las profundas divisiones dentro de la sociedad boliviana.
Por su parte, el exjefe militar que encabezó el fallido autogolpe de Estado en Bolivia, el general Juan José Zúñiga, dijo que “en algún momento se sabrá la verdad”, cuando era trasladado a un penal de alta seguridad en las afueras de La Paz.
¿Golpe o autogolpe?
Bolivia se vio sacudida por lo que el gobierno presentó como un intento de golpe de Estado, cuando aproximadamente 200 miembros del ejército, acompañados de vehículos blindados, se dirigieron hacia el palacio presidencial. La movilización militar desató un breve pero intenso caos político que concluyó con la destitución de la cúpula militar y el arresto de 21 personas involucradas en los hechos. Para muchos, este desenlace rápido y eficiente parece más una operación controlada que un golpe auténtico.
Horas después del incidente, el expresidente Morales, en su programa dominical por Radio Kausachun Coca, acusó a Arce de orquestar un «autogolpe» con el fin de ganar apoyo político entre el electorado, en medio de disputas internas dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS) de cara a las próximas elecciones.
Morales declaró que Arce «faltó al respeto a la verdad, nos engañó, mintió, no solo al pueblo boliviano sino al mundo entero». Estas afirmaciones se sumaron a las críticas de otros líderes regionales, como el presidente argentino Javier Milei, quien repudió la acusación de golpe de Estado emitida por el gobierno boliviano, calificándola como falsa.
La acusación del expresidente boliviano exacerbó las tensiones políticas en el país, donde las disputas internas del MAS entre Morales y Arce, ambos figuras prominentes del partido, se intensifican con miras a las elecciones de 2025. Analistas políticos sugieren que estos eventos podrían marcar el inicio de una campaña electoral marcada por una supuesta división interna y la lucha por el control del partido.
FUENTE: Con información de Europa Press
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