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Los cancilleres de Colombia y Panamá abordaron el domingo en una población del Caribe colombiano, en la frontera común, la situación generada por el creciente flujo migratorio que tiene lugar por el Tapón del Darién, en momentos en que el país centroamericano busca desalentar ese fenómeno con ayuda de Estados Unidos.
La cita fue una antesala a la tercera Reunión del Mecanismo Tripartito entre esos países que se realizará el 26 de agosto en la ciudad colombiana de Cartagena. Por la franja selvática del Darién transitan miles de migrantes que buscan llegar a la frontera sur de Estados Unidos y en la que operan peligrosas bandas de tráfico ilegal de personas.
El flujo migratorio no ha cesado a pesar de las medidas impulsadas desde julio por el presidente panameño José Raúl Mulino, entre ellas el cierre de varios puntos de entrada a la selva del Darién, y la puesta en marcha de un acuerdo para repatriar y deportar a migrantes que realizan ese tránsito irregular.
En la ciudad de Necoclí, al noroeste de Bogotá, el canciller colombiano Luis Murillo y el panameño Javier Martínez-Acha instalaron la Mesa de Diálogo Nacional sobre el Darién en la que analizaron con representantes de la comunidad la dinámica de la migración en esa localidad, escribió Murillo en su cuenta de X, antes Twitter.
Murillo dijo que los tres países van a tomar decisiones sobre una hoja de ruta para abordar la migración y que las medidas que se aborden vayan de la mano con las necesidades de las comunidades que están siendo impactadas por el fenómeno.
En tanto, el canciller panameño ratificó la necesidad de que la zona de la frontera común se desarrolle “y para eso hay que potenciar la cooperación, promoviendo el entendimiento mutuo y el desarrollo conjunto”.
Colombia ratificó el compromiso para proteger los derechos de la población migrante, y refirió que la colaboración de Panamá y Estados Unidos es crucial para desarrollar un sistema de alertas tempranas y mejorar el control en el paso fronterizo, agregó el reporte.
Por la mañana los cancilleres recorrieron la comunidad remota de Capurganá, también en el Caribe colombiano, cercana a la frontera con Panamá, donde visitaron un puerto, una unidad educativa y un puesto de salud donde dialogaron sobre las necesidades de la comunidad frente a la situación migratoria.
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