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CARACAS. – En un contexto político marcado por la polarización y la crisis institucional, Caryslia Rodríguez emergió como una figura central en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) al servicio del régimen. Desde su nombramiento como presidenta del TSJ, la abogada es objeto de críticas por su aparente falta de imparcialidad y su cercanía con el régimen chavista, que despierta preocupaciones sobre la independencia judicial en el país.
El TSJ, bajo la dirección de Rodríguez, validó la reelección del dictador Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, a pesar de las denuncias de fraude electoral formuladas por la oposición. Este fallo ha sido interpretado como un reflejo del control que el régimen ejerce sobre las instituciones del Estado, especialmente en tiempos de crisis política.
La ONG Acceso a la Justicia señaló que casi todos los miembros directivos del TSJ tienen vínculos probados con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), lo que pone en duda su imparcialidad.
Caryslia Rodríguez, abogada graduada de la Universidad Central de Venezuela y con una maestría en Derecho Penal Militar, no es una desconocida en el ámbito político. Su trayectoria incluye cargos como concejal y alcaldesa encargada de Caracas, donde mostró abiertamente su lealtad al chavismo.
Videos recientes han resurgido en redes sociales donde se puede ver a Rodríguez instando a votar por Maduro y expresando su compromiso con los ideales de la Revolución Bolivariana.
La Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de la ONU también ha criticado al TSJ, afirmando que «carece de imparcialidad e independencia» y subrayando su papel en la «maquinaria represiva del Estado».
TSJ carece de imparcialidad
En este sentido, el mismo día de las elecciones presidenciales, el TSJ emitió un comunicado felicitando a Maduro por su triunfo, lo que refuerza las acusaciones sobre su falta de autonomía.
Los opositores al régimen han dejado claro que no reconocen la validez del fallo del TSJ y sostienen que no hay sentencia que pueda cambiar la voluntad popular. La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro político del país y si habrá espacio para un cambio significativo ante un sistema judicial percibido como cómplice del poder ejecutivo.
En Acceso a la Justicia estiman que Caryslia Rodríguez continúa siendo una figura polémica cuya influencia en el sistema judicial venezolano refleja las tensiones entre justicia e intereses políticos.
FUENTE: Con información de El Tiempo, BBC, Agencias
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