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MIAMI.- EEUU adelanta una negociación con Nicolás Maduro para aportar una solución a la crisis política de Venezuela, pero debe adoptar acciones más firmes como reafirmar el triunfo del opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo del país y plantear un ultimátum para que salga del poder en mejores términos, tras el fraude electoral del 28J.
Así lo considera el analista político Luis Rafael Monch, ante la controversia planteada por medios estadounidenses sobre el papel que juega el gobierno de Joe Biden de si sostiene simplemente conversaciones o si hay una oferta de amnistía para Maduro y altos funcionarios del régimen.
“Hay negociaciones en marcha, superando los obstáculos que pueda haber sobre Venezuela, entre ellos su posición geopolítico estratégica muy valiosa, que juega a favor y en contra, y es apetecible para cualquier factor que busca una salida a ese desastre político, económico y social que atraviesa Venezuela”, afirmó.
Monch, quien es participante activo de la Fundación Disenso de España, del Foro de Madrid, y miembro de otras organizaciones internacionales, aseguró que lo importante es que ambos grupos políticos en EEUU —republicanos y demócratas— y de otros países estén interesados en que la crisis política se resuelva lo más pronto posible.
No obstante, consideró que tanto EEUU como los líderes mundiales “deben poner más empeño” y expresar con claridad el reconocimiento definitivo del triunfo de González Urrutia en las elecciones presidenciales venezolanas. “Deben incluso llevar un pronunciamiento suscrito por estos líderes ante instancias internacionales, como la ONU y la OEA, para dejar total certeza sobre la situación en Venezuela, sin ambigüedades”, dijo Monch.
El papel de Padrino López
El analista político agregó que en foros estadounidenses se recibió información de que el ministro de la Defensa de Maduro, Vladimir Padrino López, habría impuesto al CNE su posición de no ceder a los esfuerzos internacionales que tratan de convencer al dictador que reconozca su derrota y abra paso a factores democráticos.
“Padrino López tiene dos puertas ante sí y tiene que escoger entre: ceder y reivindicarse o sumarse definitivamente a las fuerzas a las que no les espera otra cosa que el abismo”, señaló en referencia al papel preponderante de los militares de sostén del régimen. “No quieren dejar el poder sin tener una garantía de supervivencia”.
Monch mencionó también a los grupos Puebla y Sao Paulo, entre otros de la izquierda latinoamericana, que “están metidos en el juego internacional”.
“¿Cómo es posible que no entendamos que hay una negociación en marcha, cuando sabemos algo que no se puede tapar con el dedo, ese orden de negociación implica factores de intereses muy grandes como estos de izquierda?”, se preguntó, luego de insistir en la necesidad de que EEUU concrete sus acciones en el complejo contexto regional, de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre próximo.
La posición de Monch se une a la de otros especialistas en política internacional quienes han remarcado la importancia de que avancen las negociaciones de EEUU con Maduro antes de los tres próximos meses, con una “gran presión”.
Negociaciones con presión
“En noviembre tendremos en EEUU un proceso electoral, un presidente (Joe Biden) que está concluyendo su mandato y muy interesado en el legado que va a dejar. Y no es que Venezuela sea un país prioritario, pero él tampoco quiere aparecer como el que perdió a Venezuela. Y allí no va a haber ninguna intervención, pero sí una gran presión”, señaló.
Monch también evaluó la conveniencia del plazo de tres meses para Maduro, sin precisar si existiría una oferta de amnistía o un ultimátum.
“Son tres meses importantes para él, porque probablemente se va a dar cuenta de que, si negocia con esta Administración, en este tiempo, conseguiría lo que se llama un paracaídas de oro, es decir, garantías de que no lo van a procesar o a quitar su fortuna. Si no lo hace, sus posibilidades de tener esos beneficios se van a minimizar después del 5 de noviembre, de manera dramática”, afirmó.
Régimen debilitado
Eduardo Gamarra, especialista en relaciones internacionales y profesor de la Universidad de Florida, consideró en su análisis sobre la negociación de EEUU, la situación del régimen de Maduro en el contexto internacional.
“Internacionalmente, es un gobierno extraordinariamente debilitado. No tiene el apoyo de ningún gobierno en la región, salvo Cuba, Bolivia y Nicaragua, y nadie ha reconocido su supuesta victoria. México, Brasil y Colombia están absolutamente atentos al liderazgo de EEUU en ese tema”, indicó.
Y más allá del continente americano, Gamarra recordó que Maduro tiene el apoyo de Rusia y de Irán, “que de este último es incondicional pero no tiene la más mínima posibilidad de ayudarlo a legitimarse”. Y descartó a China, porque “es un país pragmático y lo que quiere es que Venezuela le pague lo que le debe y que consiga estabilidad”.
Puntualizó que a pesar de que “casi ningún gobierno autoritario cede el poder” y de que Maduro incrementa la represión para sostenerse, “Venezuela no es una isla” y los tiempos han cambiado.
“Fíjese que la realidad en Venezuela es que todo el mundo tiene Whatsaap a pesar de que Maduro instó a desinstalarlo, y eso para él es complicado. Además, Venezuela no es una isla, controlar el territorio es complicado y el gobierno perdió las elecciones en todo el país, en todas las mesas, y es muy difícil revertir eso simplemente con represión”, enfatizó.
FUENTE: Entrevistas a analistas políticos Luis Rafael Monch y Eduardo Gamarra
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