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El diplomático Celso Amorim, asesor especial del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el miércoles que cree que una solución al impasse en Venezuela pasaría por el establecimiento de una «amnistía recíproca» y también la retirada de las sanciones impuestas al país.
Esta «amnistía recíproca», señaló, incluiría garantías para el gobierno y la oposición, que discrepan sobre el resultado de las elecciones presidenciales celebradas a finales de julio.
En una entrevista concedida a GloboNews, Amorim expresó su preocupación por el riesgo de que la situación política desemboque en un conflicto más grave.
«Lo que creo que hay que hacer es, de cara al futuro, tener un sistema de amnistía recíproca, para garantizar que todo el mundo pueda (…) expresar sus opiniones», dijo. «Creo que la amnistía tiene que ser una amnistía recíproca, para que los que perdieron las elecciones sigan viviendo normalmente y puedan presentarse a las elecciones».
El asesor especial también se refirió a la eliminación de las sanciones como «algo extremadamente importante».
«Porque también es muy difícil para un país que depende del petróleo no poder vender petróleo», dijo.
Aunque insistió en la necesidad de divulgar los resultados de la votación, Amorim, que fue enviado por el presidente Lula a Caracas durante los comicios y dijo haber hablado durante cerca de una hora con el presidente Nicolás Maduro, indicó que el venezolano entiende que en algún momento «habrá fatiga».
«Se corre el riesgo de que Venezuela tenga dos presidentes o ninguno», dijo. «Temo mucho que pueda haber un conflicto muy serio. No quiero usar la expresión ‘guerra civil’, pero lo temo mucho».
Amorim también reafirmó la posición de la diplomacia brasileña de actuar como mediadora. Y dada la ausencia de actas de votación por parte del Gobierno de Maduro y de datos concretos por parte de la oposición del país, el asesor especial cree que aún no es posible declarar un bando vencedor.
En la madrugada del 29 de julio, horas después de la votación, la autoridad electoral venezolana declaró a Maduro ganador de los comicios, con cerca del 51 % de los votos. Sin embargo, la oposición afirma tener copias de actas electorales que muestran que Edmundo González habría obtenido una victoria aplastante.
La autoridad electoral, a la que la oposición acusa de actuar de forma sesgada para beneficiar a Maduro, aún no ha publicado las actas que dice tener en sus manos.
Liderada por González -un ex diplomático de 74 años- y María Corina Machado, la oposición sostiene que ganó las elecciones con más de 7 millones de votos, frente a los 3,3 millones de Maduro, un resultado similar al que miden los sondeos a pie de urna.
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