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Un carro-bomba estalló afuera de una estación policial en el pueblo de Acambaro en el oeste de México, hiriendo a tres agentes, informaron este jueves fiscales del estado de Guanajuato.
Dijeron que hubo otro carro-bomba en el poblado cercano de Jerecuaro, pero nadie resultó lastimado ahí.
Los ataques casi simultáneos en dos pueblos distintos sugieren que se trata de cárteles de la droga que han librado sangrientas batallas por territorio en Guanajuato desde hace años.
A pesar de la violencia, la nueva presidenta Claudia Sheinbaum ha prometido continuar con la política de su predecesor de abrazos y no balazos. El jueves, Sheinbaum dijo que le ordenó al ejército no incurrir en enfrentamientos con los cárteles.
Sin embargo, el gobierno ya parece estar involucrado en una situación casi de guerra con los cárteles en varios estados, apenas tres semanas después de que Sheinbaum asumió la presidencia.
El peor ataque en un año
El carro-bomba en Acambaro fue lo suficiente potente como para arrojar partes del vehículo al otro lado de una mediana que divide la vía afuera de la estación policial, según fotos distribuidas por la policía municipal.
El estallido al parecer reventó las ventanas y puertas de viviendas cercanas.
Es el peor ataque con carro-bomba contra las autoridades en México desde junio del 2023, cuando un cártel detonó un vehículo para matar a un oficial de la Guardia Nacional en Celaya, una ciudad de Guanajuato.
En julio del 2023, un cártel de drogas en el vecino estado de Jalisco detonó una serie de bombas en una vía que mató a cuatro policías y dos civiles.
Las bombas improvisadas al parecer habían sido enterradas en hoyos a lo largo de la vía.
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