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La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el jefe de la ONU, António Guterres, son algunos de los favoritos para el Premio Nobel de la Paz de este año, según los expertos, en un año marcado por las guerras en Gaza y Ucrania.
A la vista de los antecedentes, el Comité Noruego del Nobel es capaz de dar una sorpresa total en el anuncio del 11 de octubre, incluso no concediendo el galardón.
Las casas de apuestas dan al disidente ruso Alexéi Navalny, fallecido en febrero en una colonia penal del Ártico, como favorito para ganar el premio de este año. Pero no es posible, ya que no puede recibir el galardón a título póstumo.
Otro favorito de las casas de apuestas, el ucraniano Volodymyr Zelenskyy, tiene pocas probabilidades de ganar porque es el líder de un país en guerra.
En su lugar, con un 2024 marcado por la guerra entre Israel y Hamás, que ya está comenzando a extenderse, un conflicto en Ucrania en su tercer año y un derramamiento de sangre en Sudán que desplaza a más de 10 millones de personas, es posible que el comité quiera centrarse en organizaciones humanitarias que ayudan a aliviar el sufrimiento de la población civil.
«La UNRWA podría ser uno de esos candidatos. Están haciendo un trabajo extremadamente importante para los civiles palestinos que experimentan los sufrimientos de la guerra en Gaza», dijo a Reuters Henrik Urdal, director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo.
Un premio a la UNRWA sería controvertido, añadió, dadas las acusaciones vertidas por Israel de que parte de su personal participó en el ataque del 7 de octubre de 2023 contra el sur israelí perpetrado por el grupo miliciano Hamás, que desencadenó la guerra en Gaza.
Algunos países interrumpieron su financiación a la UNRWA como consecuencia de las acusaciones. La mayoría de los donantes la han reanudado desde entonces. En agosto, una investigación interna de la ONU afirmó que nueve miembros del personal podrían haber estado implicados en el ataque y han sido despedidos.
La UNRWA ha afirmado que Israel está intentando que se disuelva la organización. La agencia, creada en 1949 tras la guerra por la creación de Israel, proporciona ayuda humanitaria a millones de palestinos en la Franja de Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y Líbano.
Guterres
Es posible que el secreto comité de adjudicación, compuesto por cinco miembros nombrados por el Parlamento noruego, también quiera centrarse en la necesidad de reforzar el orden mundial internacional construido tras la Segunda Guerra Mundial y su máxima institución, las Naciones Unidas.
Eso podría significar un premio a su secretario general, António Guterres, con o sin su máximo tribunal, la CIJ, dijo Asle Sveen, historiador del Premio Nobel de la Paz.
«Guterres es el máximo símbolo de la ONU», dijo Sveen a Reuters. «(Y) el deber más importante de la CIJ es garantizar que el derecho internacional humanitario se aplique en todo el mundo.»
La CIJ ha condenado la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia y ha pedido a Israel que garantice que no se comete genocidio en Gaza, en un caso que Israel ha tachado repetidamente de infundado.
Sin embargo, el comité también podría decidir que nadie se lleve el premio, algo que ha ocurrido en 19 ocasiones, la última en 1972.
«Tal vez éste sea el año en que el comité del Premio Nobel de la Paz debería simplemente retener el premio y centrar la atención en el hecho de que se trata de un planeta en guerra», dijo a Reuters Dan Smith, director del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz.
Miles de personas pueden proponer nombres, incluidos antiguos galardonados, miembros de parlamentos y profesores universitarios de historia o derecho. Las candidaturas son secretas durante 50 años, pero quienes las proponen pueden optar por revelar sus elecciones.
Algunos de los nominados conocidos son la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, el Papa Francisco y el naturalista británico David Attenborough. En total se han propuesto 286 candidatos para el premio de este año.
El año pasado el premio recayó en Narges Mohammadi, defensora de los derechos de la mujer iraní encarcelada, en un gesto de reproche a los dirigentes teocráticos de Teherán y de apoyo a las manifestantes antigubernamentales.
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