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Una valla de seguridad rodea un edificio de Las Vegas donde un condado de Nevada tabula los votos. Un comisario de Arizona tiene a su departamento en alerta máxima para protegerse de posibles actos de violencia, con drones y francotiradores a la espera. La Guardia Nacional ha sido o será activada en 19 estados para ayudar a mantener la paz.
Mientras un tenso Estados Unidos vota el martes al republicano Donald Trump o a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris para la presidencia, la preocupación por la posible violencia relacionada con la política ha llevado a las autoridades a tomar diversas medidas para reforzar la seguridad durante y después de la jornada electoral.
Muchos de los movimientos más visibles se pueden ver en los estados disputados que decidirán la elección presidencial, estados como Nevada, donde estallaron protestas de partidarios de Trump después de las elecciones de 2020.
Este año, una valla de seguridad rodea el escenario de algunas de esas protestas: el centro de tabulación de Las Vegas.
Un responsable de Defensa dijo el lunes que Alabama, Arizona, Delaware, Iowa, Illinois, Carolina del Norte, Nuevo México, Oregón, Wisconsin y el estado de Washington tienen misiones actuales de la Guardia Nacional, mientras que Washington DC, Colorado, Florida, Hawái, Nevada, Oregón, Pensilvania, Tennessee, Texas y Virginia Occidental tienen tropas en espera.
En Arizona, se ha levantado una valla metálica similar en el centro de tabulación de votos del condado de Maricopa, en el centro de Phoenix, un punto álgido en 2020 por las teorías de conspiración de elecciones amañadas y las amenazas contra responsables electorales.
El comisario del condado, Russ Skinner, dijo que su departamento estará en «alerta máxima» por amenazas y violencia y ha dado instrucciones al personal para que esté disponible para el servicio.
«Tendremos muchos recursos ahí fuera, mucho personal, mucho equipo», añadió, señalando que los ayudantes del comisario utilizarán drones para vigilar la actividad en torno a los colegios electorales y que habrá francotiradores y otros refuerzos listos para ser desplegados si la violencia parece probable.
Afirmó que la «polarización» se intensifica en los días posteriores a las elecciones, por lo que las fuerzas del orden permanecerán en alerta máxima y «habrá tolerancia cero con todo lo relacionado con la actividad delictiva».
Preocupados por la posibilidad de que se produzcan protestas o incluso violencia, varios colegios e iglesias de Arizona que sirvieron como centros de votación en el pasado no servirán como colegios electorales este año, según declaró a Reuters un funcionario electoral local.
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