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Aviones israelíes atacaron el miércoles un extenso campamento de palestinos desplazados en Gaza, y mataron a por lo menos 21 personas, informó un funcionario de salud local.
Los bombardeos también provocaron incendios en el campamento situado en una zona costera que Israel ha designado como humanitaria pero que ha sido atacada repetidamente por su ejército.
El ejército israelí afirmó que atacó a cabecillas de Hamás “involucrados en actividades terroristas” en la zona, sin proporcionar detalles, y que tomó precauciones para minimizar el daño a los civiles.
Los bombardeos son el más reciente ataque israelí contra la asediada Franja de Gaza, donde la ofensiva militar de Israel se ha extendido por casi 14 meses y no tiene para cuando finalizar, a pesar de los exhortos internacionales para reactivar las negociaciones y lograr un alto al fuego.
El gobierno de Estados Unidos se ha comprometido a hacer un nuevo esfuerzo para conseguir un cese al fuego para Gaza después de que Israel y la milicia libanesa Hezbolá acordaron poner fin a más de un año de combates transfronterizos.
El ataque del miércoles en Muwasi, una zona desolada con pocos servicios públicos que alberga a cientos de miles de personas desplazadas, causó heridas a otras 28 personas, según Atif Al-Hout, director del Hospital Nasser en la ciudad sureña de Jan Yunis.
Un periodista de The Associated Press que se encontraba en el hospital contó al menos 15 cuerpos, pero indicó que era difícil precisar el número exacto de muertos porque muchos cuerpos estaban desmembrados, algunos decapitados o gravemente quemados.
Videos y fotos ampliamente compartidos en redes sociales mostraban llamas y una columna de humo negro elevándose en el cielo nocturno, así como estructuras metálicas de tiendas torcidas y tela desgarrada. Hombres palestinos buscaban entre los restos aún ardientes. Más lejos, civiles se mantenían a distancia, observando la destrucción.
El ejército israelí afirmó que sus ataques provocaron explosiones secundarias, lo cual sería señal de que explosivos presentes en el área fueron detonados, pero no fue posible confirmar de manera independiente las afirmaciones israelíes, ya que el ataque también podría haber encendido combustible, cilindros de gas para cocinar u otros materiales en el campamento.
Otros ataques israelíes en otras partes de la Franja de Gaza mataron a ocho personas, cuatro de ellas niños, según médicos palestinos. El ejército israelí dijo que había atacado “objetivos terroristas”.
El miércoles, Israel dijo que sus fuerzas recuperaron el cuerpo de una de las 250 personas que fueron tomadas como cautivos por Hamás el 7 de octubre de 2023. Israel cree que alrededor de un tercio de los 100 rehenes restantes están muertos.
Israel lanzó su ofensiva militar en Gaza en respuesta a dicha incursión, en la que murieron unas 1.200 personas.
La ofensiva de Israel ha matado a más de 44.500 palestinos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza. El ejército israelí afirma haber matado a más de 17.000 combatientes, sin proporcionar pruebas.
Israel dice que intenta evitar dañar a los civiles y culpa a Hamás por sus muertes porque los combatientes a menudo operan en áreas residenciales y ubican túneles, lanzacohetes y otra infraestructura cerca de hogares, escuelas y mezquitas.
Estados Unidos, Qatar y Egipto han dedicado gran parte del último año a tratar de negociar un cese al fuego en Gaza y la liberación de los rehenes restantes, pero esos esfuerzos se estancaron cuando Israel rechazó la demanda de Hamás de retirarse completamente del territorio palestino.
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