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El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se sometió el jueves a una segunda cirugía luego de su cirugía de emergencia a principios de esta semana para aliviar el sangrado en su cráneo, dijeron sus médicos, agregando que la última operación fue exitosa.
«El presidente está despierto y hablando», dijo a los periodistas el médico personal de Lula, Roberto Kalil Filho, tras la cirugía, que duró aproximadamente una hora, descartando cualquier complicación de los procedimientos quirúrgicos.
La condición de Lula ha generado dudas sobre la intención del presidente de presentarse a la reelección en 2026, pero un alto funcionario dijo el jueves que será el candidato del gobernante Partido de los Trabajadores.
Lula, de 79 años, permanecerá en cuidados intensivos el jueves y se espera que sea dado de alta del Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo a principios de la próxima semana, cuando podría reanudar sus actividades presidenciales, dijo Kalil.
Los médicos operaron al líder izquierdista durante aproximadamente dos horas el martes para drenar el sangrado entre su cerebro y la membrana meníngea, que dijeron que estaba relacionado con una caída en su casa a fines de octubre.
El segundo procedimiento, una embolización de la arteria meníngea media, tuvo como objetivo minimizar el riesgo de sangrado futuro.
«Fue un procedimiento preventivo», dijo el neurólogo Rogerio Tuma, añadiendo que reduciría drásticamente la probabilidad de un nuevo hematoma.
El portavoz presidencial de Brasil, Paulo Pimenta, por su parte, afirmó que Lula estará en las urnas en octubre de 2026.
En una entrevista con CNN Brasil, Pimenta rechazó las críticas de que la salud y la edad de Lula serían obstáculos para que buscara un cuarto mandato. Lula, que actualmente cumple un tercer mandato no consecutivo, tendrá 81 años en las próximas elecciones presidenciales.
La mayoría de los brasileños, sin embargo, cree que Lula no debería presentarse a la reelección, según una nueva encuesta, a pesar de que la encuesta mostró que sería el candidato favorito para derrotar a los rivales conservadores.
La encuesta Genial/Quaest publicada este jueves, realizada antes de que fuera trasladado de urgencia al hospital el martes, encontró que el 52% de los encuestados pensaba que Lula no debería presentarse a la reelección, en comparación con el 58% que pensaba así en octubre.
El porcentaje de quienes creen que debería presentarse a las elecciones aumentó del 40% en la encuesta anterior al 45%.
Si la carrera se decidiera a una segunda vuelta, Lula ganaría con más del 50% de los votos contra el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, que tiene prohibido presentarse a las elecciones hasta 2030, o los gobernadores conservadores de los estados de Sao Paulo y Goiás si se presentan.
La izquierda en Brasil quedaría políticamente huérfana si Lula no se presenta, porque no tiene un heredero aparente en su Partido de los Trabajadores y los votantes brasileños se han vuelto más conservadores.
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