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El número de personas con sarampión en Texas aumentó a 146 en un brote que llevó esta semana a la muerte de un niño en edad escolar no vacunado, informaron el viernes las autoridades de salud.
El número de casos —el más grande en Texas en casi 30 años— aumentó en 22 desde el martes. El Departamento de Servicios de Salud del estado indicó que los casos abarcan más de nueve condados en el oeste de Texas, incluyendo casi 100 en el condado de Gaines, y 20 pacientes han sido hospitalizados hasta ahora.
El niño que murió el martes por la noche es la primera muerte en Estados Unidos por esta enfermedad respiratoria altamente contagiosa pero prevenible desde 2015, dijeron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El niño fue tratado en el Hospital Infantil Covenant en Lubbock, aunque la instalación indicó que el paciente no residía en el condado de Lubbock.
El virus se ha propagado en el oeste rural de Texas con casos concentrados en una comunidad menonita “unida y con baja vacunación”, ha señalado la portavoz del departamento de salud estatal, Lara Anton.
El condado de Gaines tiene una tendencia a hacer que sus niños se eduquen en casa y tiene también muchas escuelas privadas. También alberga una de las tasas más altas de niños en edad escolar en Texas que han optado por no recibir al menos una vacuna obligatoria, con casi el 14 % omitiendo una dosis requerida el año escolar pasado.
La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola (MMR) es segura y altamente efectiva para prevenir infecciones y casos graves. Se recomienda la primera dosis para niños de 12 a 15 meses, y la segunda para niños de 4 a 6 años. La mayoría de los niños se recuperarán del sarampión, pero la infección puede llevar a complicaciones peligrosas como neumonía, ceguera, inflamación cerebral y muerte.
Las tasas de vacunación han disminuido a nivel nacional desde la pandemia de COVID-19, y la mayoría de los estados están por debajo del umbral de vacunación del 95 % para los niños de jardín de infantes, el nivel necesario para proteger a las comunidades contra brotes de sarampión.
Estados Unidos había considerado el sarampión, un virus respiratorio que puede sobrevivir en el aire hasta dos horas, eliminado en 2000, lo que significaba que había habido una pausa en la propagación continua de la enfermedad durante al menos un año. Los casos de sarampión aumentaron en 2024, incluyendo un brote en Chicago que enfermó a más de 60 personas.
El este de Nuevo México tiene actualmente nueve casos de sarampión, pero el departamento de salud estatal indicó que no hay conexión con el brote en el oeste de Texas.
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