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México rechazó el martes la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de elevar hasta un 25 % los aranceles a importaciones de acero y aluminio extranjeros, un gravamen que afecta a la nación azteca, un fuerte exportador de estos rubros.
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, dijo que la aplicación de este aumento «no se justifica» y es una «mala idea», porque EE. UU. tiene una balanza favorable respecto a México en el comercio de esos metales y aseveró que habrá consultas con sus contrapartes estadounidenses sobre el tema. No habló sobre aranceles retaliatorios.
«Sería un caso, si se llegara a imponer a partir del 12 de marzo, muy inusual porque se estaría imponiendo una tarifa a un país al que tú, Estados Unidos, le vendes más», afirmó Ebrard en la conferencia diaria que la presidenta Claudia Sheinbaum conduce en las mañanas.
Trump elevó en la víspera la tasa arancelaria sobre las importaciones de aluminio de un 10 % a un 25 %. El primer gravamen fue impuesto por el mandatario republicano en 2018 para favorecer al sector estadounidense.
El presidente estadounidense enfatizó que los aranceles fijos serán «sin excepciones ni exenciones», una medida con la que pretende ayudar a las industrias en dificultades de Estados Unidos, pero que también corre el riesgo de desencadenar una guerra comercial en varios frentes, según expertos.
Se prevé que la medida afectará de manera particular a Canadá, Brasil, México y Corea del Sur, cuatro de los aliados de Estados Unidos.
Ebrard indicó por su parte que «no se justifica esa tarifa» y es «injusto» tomando en cuenta las propias consideraciones de Trump, agregó.
El excanciller mexicano explicó que su país es el principal destino de las exportaciones de productos siderúrgicos totales de Estados Unidos, que representan el 52 % de sus ventas globales, al cierre del 2024, y que el superávit es de 1,2 millones de toneladas promedio desde el 2015.
La acción de Trump establece un arancel del 25 % sobre millones de toneladas de importaciones de acero e importaciones de aluminio que habían estado ingresando a Estados Unidos libres de impuestos bajo acuerdos de cuotas, exenciones y miles de exclusiones de productos.
Este anuncio se produce una semana después que acordó gravámenes de 10 % para China, y aranceles de 25 % para Canadá y México que fueron suspendidos hasta el 1 de marzo.
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