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“Me dicen: yo a veces prefiero no mandarlos, tengo miedo”, dice Mónica, Madre ecuatoriana.
Las escuelas públicas de Nueva York han visto un descenso en promedio de un 5% en la asistencia de alumnos, según cifras municipales, lo que coincide con el temor de quienes pernoctan en los albergues, de llevar a sus hijos a las escuelas por temor a una redada del servicio de inmigración y aduanas.
“Está perjudicando en su mayoría porque tienen miedo que vayan los de las autoridades y los retengan a los niños y por esa razón tienen mucho miedo y no los mandan a su escuela y claro le afecta a la educación de los niños”, continúa.
La administración de Eric Adams rescindió una política que impedía que se hicieran arrestos en iglesias y escuelas y el panorama es ahora distinto en las afueras de los albergues.
“Buscamos de salir del país de nosotros para darles una buena educación a nuestros hijos y queremos trabajar por mi parte yo quiero trabajar, no quiero estar aquí que me estén persiguiendo como si fuera un fugitivo. Varios padres buscamos que nos apoyen, madres solteras que buscan que luchen”, cuenta con lágrimas Sot Alejandro, Migrante padre de familia.
La alcaldía atribuyó la reducción en la asistencia escolar al frío, aunque reconoció que hay miedo en las familias migrantes y el alcalde hizo un llamado a confiar en la policía.
“Las personas que son víctimas de cualquier forma de delincuencia deberían acudir a la policía y los niños deberían ir a la escuela. Lo repito una y otra vez”, firmó Eric Adams, Alcalde de Nueva York.
Organizaciones como la Coalición de inmigración de Nueva York han dicho que los migrantes se enfrentan a una alarmante injusticia y que las escuelas deberían ser seguras.
El alcalde también ha dicho que cada vez son menos los migrantes que viven en los refugios, incluyendo familias con niños, por lo que también ha comenzado un proceso para cerrarlos. Ángela González, Voz de América, Nueva York.
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