La Asesora especial interina de la ONU para la prevención del genocidio, Virginia Gamba, se mostró este miércoles «especialmente preocupada» por los bombardeos israelíes del día anterior sobre Gaza, que se saldaron con más de 400 muertos, según cifras de las autoridades locales.
En un comunicado firmado conjuntamente con el Asesor Especial de la ONU sobre la Responsabilidad de Proteger, Mô Bleeker, ambos recuerdan que esta dramática escalada de violencia puede traer «consecuencias irreversibles» y por ello es imperativo dar prioridad urgente «a los imperativos mutuos del proceso de paz, integrando aspectos de prevención y protección».
El comunicado mide cada palabra y no acusa directamente de genocidio al Gobierno de Israel, pero sí critica su decisión del 2 de marzo de suspender la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
Esa decisión «ha sido ampliamente condenada, entre otros por las organizaciones humanitarias multilaterales, la ONU y varios estados miembros, que advierten de que cualquier retraso suplementario en la entrega de ayuda humanitaria hará aumentar el hambre y el sufrimiento entre los civiles», señala el texto conjunto.
Finalmente, reparten responsabilidades a partes iguales entre Israel y el movimiento palestino Hamás: «Instamos a todas las partes a priorizar la protección de los civiles y dar pasos inmediatos hacia una desescalada que evite mayores pérdidas de vidas humanas».
El cargo de Asesor para la prevención del genocidio está siendo ocupado interinamente por Gamba después de que su anterior responsable, Alice Wairimu Nderitu, nombrada en 2020, no viera su contrato renovado el pasado noviembre tras las numerosas críticas recibidas por negarse a considerar las acusaciones de genocidio contra Israel.
La Corte Internacional de Justicia, que se pronunció al respecto en enero de 2024, también sopesó cada palabra y ordenó entonces a Israel «tomar todas las medidas» posibles para «prevenir» el genocidio en Gaza, tras una acusación en este sentido emitida por Sudáfrica. EFE