El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el presidente de Guyana, Irfaan Ali, escenificaron la estrecha alianza militar que mantienen ambos países junto al mapa del país caribeño, en el que aparece representado el Esequibo, territorio en disputa con Venezuela millonario en petróleo y gas. «Si (los militares chavistas) atacaran a Guyana o a (la petrolera estadounidense) ExxonMobil sería un día muy malo, una semana muy mala, para ellos. No terminaría bien», amenazó Rubio a Nicolás Maduro y los jerarcas revolucionarios.
Por EL MUNDO DE ESPAÑA
En medio del huracán Trump, el litigio entre ambos países y sus respectivos aliados reúne claves del actual pulso geopolítico mundial, lo que a la postre supone una amenaza para la seguridad de la región, incluso un riesgo potencial de conflicto. La incursión de un navío de guerra venezolano en la zona de la cornisa atlántica donde ExxonMobil mantiene su plataforma petrolera provocó a principios de marzo una una semana de fricciones, que incluyeron declaraciones bélicas y peligrosas comparaciones con la invasión rusa de Ucrania.
El gobierno de Guyana decidió acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo tribunal de Naciones Unidas, para que «ordene a Venezuela que cese cualquier acción para seguir reclamando el Esequibo». Maduro pretende realizar en esa zona, bajo control de Georgetown, elecciones a gobernador y parlamentarias, para avanzar en su plan de anexión y convertir a la Guayana Esequiba, como la ha bautizado, en el estado número 24 de Venezuela.
Irfaan Ali agradeció de inmediato las palabras de Rubio e insistió en esperar a la decisión judicial de la CIJ, que Venezuela no reconoce, sobre el futuro del Esequibo.
Horas antes del encuentro entre ambos dirigentes, celebrado en Jamaica durante la gira caribeña de Rubio, se hizo público que el crucero estadounidense Normandy y el patrullero guyanés Shahoud se habían desplegado en la zona de conflicto para realizar ejercicios navales.
«Venezuela no se rinde ante intimidaciones, ni cede ante el chantaje de quienes creen que con discursos incendiarios pueden torcer la historia o arrebatar nuestros derechos históricos, los hijos de Simón Bolívar no le tienen miedo», respondió de inmediato la Cancillería venezolana.
Menos académico estuvo Nicolás Maduro, que arremetió contra Marco Rubio, habitual centro de sus ataques para evitar enfrentarse directamente con Donald Trump. «Por ahí sale el imbécil de Marco Rubio, amenazando a Venezuela. ¡Imbécil, a Venezuela no la amenaza nadie porque esta es la patria de los libertadores!», vociferó el «hijo de Chávez», que además acusó al secretario de Estado de ser «muy corrupto» y «padrino de la Sayona, que no va al baño si no consulta a Marco Rubio», en referencia a María Corina Machado.
Maduro suele usar un insulto machista para evitar decir el nombre de la líder opositora.
