El Gobierno de Nicaragua abogó este sábado por el retorno seguro de los migrantes venezolanos detenidos en El Salvador, quienes, dijo, están «secuestrados y encarcelados», y se les niega todos sus derechos.
«Coincidimos con la hermana República Bolivariana de Venezuela en su legítima lucha por el retorno seguro de los hermanos venezolanos migrantes», dijo el canciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, al leer un mensaje de Nicaragua durante el XXV Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), celebrado en Venezuela.
«Expresamos nuestra solidaridad con los familiares de todos estos hermanos migrantes secuestrados y encarcelados, negándoles todos sus derechos», agregó Jaentschke.
El jefe de la diplomacia nicaragüense dijo que coinciden con Caracas «en exigir su retorno inmediato a Venezuela».
En su mensaje, Nicaragua expresó su «invariable y creciente solidaridad con el hermano pueblo y Gobierno Bolivariano de Venezuela que sufre los embates del imperialismo con sus constantes, crueles e inhumanas acciones».
También con el «hermano pueblo y Gobierno de Cuba, manifestando nuestra firme condena y rechazo al ilegal e inhumano bloqueo de los Estados Unidos en su contra, así como su inclusión en listas de supuestos patrocinadores del terrorismo», añadió el canciller de Nicaragua.
El jueves pasado, Nicolás Maduro, quien juró para un tercer mandato en enero tras su cuestionada reelección, rechazó que El Salvador aún no dé «la lista de las personas que tiene secuestradas», en alusión a los más de 200 migrantes deportados por Estados Unidos, que los acusa de presuntamente pertenecer a la banda criminal transnacional Tren de Aragua, nacida en una cárcel de Venezuela.
El líder del chavismo señaló que un grupo de abogados introdujo en el país centroamericano un ‘habeas corpus’, pero aseguró que a ninguno de ellos «le han dado acceso a la cárcel» ni «a sus representados».
El miércoles, la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, recorrió la cárcel salvadoreña de máxima seguridad donde se encuentra este grupo de migrantes, expulsados bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, a pesar de una orden judicial que se lo prohibía.
En el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) -una megacárcel símbolo de la llamada guerra contra las pandillas que el Gobierno de Nayib Bukele impulsa bajo un régimen de excepción-, la funcionaria agradeció a El Salvador y a su presidente por «su asociación con los Estados Unidos» para recibir a «terroristas» y encarcelarlos.
Hasta el momento, el Gobierno salvadoreño no ha explicado bajo qué normativa ha encarcelado en el Cecot a estas personas, dado que la Asamblea Legislativa salvadoreña no ha aprobado ningún acuerdo que lo permita y no poseen órdenes de captura o procesos penales en el país centroamericano. EFE