El Departamento de Estado de Estados Unidos notificó el viernes al Congreso su intención de desmantelar antes del 1 de julio la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) y trasladar algunas de sus funciones a esta unidad.
“La asistencia exterior bien administrada puede promover nuestros intereses nacionales, proteger nuestras fronteras y fortalecer nuestras alianzas con aliados clave. Desafortunadamente, Usaid se desvió de su misión original hace mucho tiempo”, apuntó el secretario de Estado, Marco Rubio, en un comunicado.
Explicó que el Gobierno está tratando de “reorientar” sus programas de ayuda exterior para ajustarlos “directamente a lo que es mejor para Estados Unidos y sus ciudadanos”, manteniendo “programas esenciales que salvan vidas y realizando inversiones estratégicas que fortalecen a nuestros socios y a nuestro propio país”.
En la notificación enviada al Congreso y obtenida por CNN, se detalla que los programas de Usaid que seguirán funcionando bajo el ala del Departamento de Estado son aquellos que implican “asistencia humanitaria, funciones sanitarias globales, inversión estratégica y programas limitados de seguridad nacional”.
El medio estadounidense anticipó que el cierre de la agencia creada por el Congreso sin la intervención de los poderes legislativos derive en impugnaciones legales.
Desmantelamiento de los programas de Usaid
El pasado 10 de marzo, Rubio anunció que el Ejecutivo había cancelado el 83 % de los programas de la Usaid y explicó que se cancelaron 5 200 contratos que representaban un gasto de decenas de miles de millones de dólares.
«Estos fondos se utilizaron de maneras que no beneficiaron, y en algunos casos incluso dañaron, los intereses nacionales fundamentales de Estados Unidos», afirmó.
También detalló que, en consulta con el Congreso, el 18 % restante de los programas (aproximadamente 1 000) se mantendrán activos, pero serán administrados de manera más efectiva bajo la supervisión del Departamento de Estado.
En aquel entonces, Rubio agradeció al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) de Elon Musk por su arduo trabajo durante este proceso, calificando la medida como una «reforma histórica y necesaria».
Acciones contra la Usaid
A finales del mes de febrero, el Gobierno de Donald Trump afirmó que eliminaría más del 90 % de los contratos de ayuda exterior de la agencia y 60 000 millones de dólares en asistencia estadounidense a nivel mundial, argumentando que los proyectos de Usaid «promueven una agenda liberal y representan un desperdicio de dinero».
El 20 de enero, tras asumir el cargo como 47.º presidente de los Estados Unidos, Trump ordenó lo que dijo sería una revisión de 90 días, para determinar qué programas de asistencia exterior merecían continuar, y cortó todos los fondos de asistencia exterior casi de la noche a la mañana.
Rubio fue designado por el Departamento de Estado como administrador interino de Usaid el pasado 3 de febrero, con el objetivo de «recuperar el control y obtener una mayor comprensión sobre las operaciones y actividades de la agencia».
El organismo denunció que la Usaid «dejó de lado su misión original de promover de manera responsable los intereses estadounidenses en el extranjero».
Además, señaló que es «evidente» que una parte significativa de la financiación de la agencia «no está alineada con los intereses nacionales fundamentales de Estados Unidos».