El presidente de la República, Nicolás Maduro, afirmó que los migrantes venezolanos son dobles víctimas de las sanciones y la guerra económica que los obligó a emigrar, y ahora son víctimas de un bochorno al tratar de calificarlos como miembros de una banda extinta como el Tren de Aragua.
“No es una migración de delincuentes. Salgo en defensa de la migración venezolana, es una migración económica, de gente decente trabajadora y productiva”, aseveró el jefe de Estado este viernes al liderar una reunión del Consejo Nacional de Economía Productiva desde el Palacio de Miraflores.
Comentó que en su conversación con las autoridades de las Naciones Unidas, más temprano, este viernes les esclareció que en el campo internacional la estrategia es “vulnerar, acabar y debilitar para desaparecer el derecho internacional”.
Agregó que “a todas luces es inexplicable la guerra comercial y económica que se ha desatado” para destruir el derecho internacional de paz que rige las relaciones comerciales y económicas del mundo.
Solicitar sanciones es un crimen
El primer mandatario nacional afirmó que la historia que hemos vivido demostró que es un crimen contra todo un país y toda una sociedad haber solicitado, solicitar o apoyar sanciones contra la economía o el sano funcionamiento del aparato productivo nacional.
Recordó que la primera generación de sanciones contra el país tuvo una primera generación de soluciones por parte del Gobierno Bolivariano.
“Tuvimos los mejores resultados que pudieran esperarse con esfuerzo propio, con inteligencia propia, con pensamiento y doctrina venezolana. Hemos parido de la más pavorosa crisis, producto de la primera generación de sanciones, un pensamiento económico para la construcción de un modelo económico autónomo soberano y autosostenible”, aseguró.
Resaltó que el país tiene signos de recuperación económica evidentes, como el crecimiento sostenido de 15 trimestres, un sistema cambiario que logró un altísimo nivel de estabilidad.