El 86,95% de los recursos destinados por el gobierno de Estados Unidos para promover un cambio de gobierno en Venezuela fueron canalizados a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), así lo revelan los registros de la Oficina de Asistencia Exerior de EEUU.
Según la fuente, entre el 2001 y el 2024, Washington envió un total de 1.268.867.434 dólares, de los cuales 1.107.439.697 dólares fueron gestionados a través de los “programas” de la Usaid, agencia que actualmente está en el ojo del huracán desde que Donald Trump y Elon Musk decidieron reducirla al mínimo.
El análisis de los datos de esta oficina también revela que 16,7% de los recursos restantes enviados por EEUU a Venezuela llegaron a través de distintas instancias gubernamentales, entre ellas: El Departamento de Estado, que aportó 147.949.451 dólares (11,65%), el Departamento de Defensa, que aportó 24.413.292 dólares (1,92%).
Otro fue el Departamento de Agricultura, que aportó 12.674.433 dólares (0,99%), la Fundación Interamericana, que aportó 3.583.949 dólares (0,28%) y la Agencia de Comercio y Desarrollo, cuyo aporte fue de 1.196.673 dólares (0,44%).
Ya con menos recursos están el Departamento del Interior con 349.290 dólares, el Departamento del Tesoro con 200.000 dólares (0,02%), el Departamento de Salud y Servicios Humanos con 830.350 dólares (0,06%) y el Departamento de Justicia con 323 dólares.
Una larga historia
La Usaid nació el 3 de noviembre de 1961 bajo la administración del presidente John F. Kennedy mediante la Ley de Asistencia Exterior.
Fue descrita como una “agencia independiente”, cuya responsabilidad era la de planificar y administrar la asistencia económica y humanitaria que otorgaba Estados Unidos a terceros países.
“La Usaid lleva a cabo amplias actividades de desarrollo y asistencia exterior, con el objetivo de expandir sociedades estables y libres, crear mercados y socios comerciales para los Estados Unidos y fomentar la buena voluntad en el extranjero”, agrega un texto publicado en la página de la Oficina del Inspector General.
Sin embargo, las operaciones más fuertes de la Usaid en Venezuela se produjeron a partir del año 2000, ya arrancado el gobierno del presidente Hugo Chávez.
Y es que según los datos de registros de la Asistencia Extranjera de EEUU se puede observar un incremento de fondos dirigidos especialmente a los programas de democracia y gobernabilidad, conocidos como gobernanza.
Dichos programas, explican documentos de la Usaid, “proveen asistencia técnica y entrenamiento a grupos ciudadanos y a organizaciones comunitarias para mejorar sus habilidades administrativas y organizacionales, su eficiencia operativa, y para promover la ciudadanía responsable y un gobierno que rinda cuentas”.
Sin embargo, dicha asistencia a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y otras organizaciones de la sociedad civil ha sido constantemente empleadas para desestabilizar e imponer gobiernos que respondan a lso intereses estadounidenses, tal y como sucedió en Venezuela durante el golpe de Estado del año 2002.
“Un documento desclasificado del Departamento de Estado de julio de 2002 revela que la Oficina de Iniciativas para la Transición (OTI), una división de la Usaid, fue establecida en Caracas en marzo de ese año, justo un mes antes del fallido golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002”, dice un texto publicado por el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico.
Allí se especifica que entre 2002 y 2010, la OTI canalizó 26 millones de dólares a través de pequeñas subvenciones a más de 300 organizaciones, incluyendo medios de comunicación, sindicatos, partidos políticos y ONG.
Los registros de la Oficina de Asistencia Exterior de EEUU revelan que en el año 2001 el monto destinado por la Usaid para Venezuela era de 4.100 dólares, mientras que para el 2002 aumentó a 2.073.143 dólares. Un cambio sorprendente.
Cuando observamos más de cerca los datos que van desde 2002 hasta 2010 notamos que el monto total otorgado proveniente de la Usaid fue de 57.876.303 dólares.
Aumentan los recursos
En este período, el año 2008 fue el que marcó una mayor inyección de dinero, al ser asignados 14.012.442 dólares, de los cuales 11.215.dólares (80,03%) fueron destinados a actividades de “participación de la ciudadanía”.
La fecha llama particularmente la atención porque fue en 2007 cuando sectores de la extrema derecha impulsaron por segunda vez las “guarimbas” —cuya primera edición fue en 2004— utilizando esta vez el “movimiento estudiantil” opositor, que contaba entre sus figuras a personajes como Yon Goicoechea y Freddy Guevara, quienes hoy son notables de grupos extremistas como Voluntad Popular, promoviendo sanciones económicas y llamando a la intervención militar extranjera en Venezuela.
Ese mismo año 2008 el Instituto Cato le otorgó a Goicoechea el Premio Milton Friedman por el Avance de la Libertad, desembolsando 500.000 dólares.
Sin embargo, cuando se ve el total global entre el año 2001 y el 2012 se puede identificar que de los 133.867.514 que entregó el gobierno de Estados Unidos para el desarrollo de sus programas, 67.290.816 dólares provenían de la Usaid.
Esto significa que 50,26% fue financiado por la hoy cuestionada agencia.
Duro contra Maduro
Luego de la muerte del Comandante Chávez en marzo de 2013, y tras la victoria del presidente Nicolás Maduro, el gobierno de Estados Unidos incrementó durante cuatro años el financiamiento a Venezuela, pasando de 6.249.817 dólares en 2013 hasta llegar en 2016 a un monto de 9.178.150 dólares.
Durante estos años la Usaid mantuvo más o menos igual el financiamiento anual, incluso hubo descensos, pasando de 4.521.718 dólares en 2013 a 4.036.832 dólares en 2016.
Pero en el 2017 la historia sería distinta y con una nueva jornada de Guarimbas impulsadas por el proyecto desestabilizador denominado “La Salida”, encabezado por los extremistas Leopoldo López y María Corina Machado, se observa un salto en la asignación de recursos a través de la Usaid.
En este año, de los 14.10.311 dólares asignados por el gobierno de Estados Unidos, 6.416.431 dólares provenían de la Usaid (45,79%) y 7.471.562 del Departamento de Estado (53,32%).
Para el 2018, año de elecciones presidenciales, esta tendencia se repetiría, pero allí sí tendrían más presencia los recursos que llegarían a través de la Usaid.
De los 25.013.905 dólares que fueron asignados por el gobierno de Estados Unidos para la desestabilización en Venezuela, el 66,97% de los recursos provenían de esta agencia, es decir, 16.753.184 dólares, mientras que el Departamento de Estado aportó 8.260.721 dólares (33,02%).
Aumenta la presión
Llegaría el 2019 y tras desconocer la victoria del presidente Nicolás Maduro en los comicios del año anterior, comenzaría un nuevo proyecto para derrocar al gobierno, esta vez, impulsado desde el Parlamento con mayoría opositora.
El 23 de enero de ese año, el diputado de Voluntad Popular Juan Guaidó se autoproclamaba como “presidente interino”, lo cual fue aceptado de inmediato por Washington y sus satélites occidentales.
Para este proyecto desestabilizador, el cual culminó en 2023, la asignación de recursos por parte de la Usaid sólo para Venezuela, llegaría a 789.135.824 dólares durante cinco años.
Los mismos se disgregan de la siguiente manera: 40.304.480 dólares (2019), 155.772.239 dólares (2020), 179.707.504 dólares (2021), 207.511.935 dólares (2022) y 205.839.666 dólares (2023).
Un documento de la Oficina del Inspector General de Estados Unidos, asegura que para los años fiscales 2017 a 2019, la Usaid destinó 507 millones de dólares en fondos de asistencia humanitaria y para el desarrollo “para la respuesta a la crisis regional de Venezuela, que se implementará en seis países: Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Trinidad y Tobago y Venezuela”.
El texto explica que, de este monto, 260 millones de dólares fue para asistencia humanitaria y 247 de dólares millones para asistencia para el desarrollo.
Según el documento, la asistencia humanitaria fue administrada por la Oficina de los Estados Unidos para Asistencia a Desastres en el Extranjero (AFDA, por sus siglas en inglés) aportando 113 millones de dólares y por la Oficina de Alimentación para la Paz (FFP, por sus siglas en inglés) aportando 147 millones de dólares.
Mientras que los fondos correspondientes a la asistencia para el desarrollo se distribuyó a través de cinco operadores: Oficina para América Latina y el Caribe (134,9 millones de dólares), USAID Colombia (77,1 millones de dólares), USAID SAR (23,8 millones de dólares), USAID GDL (10 millones de dólares) y USAID ESC (1,6 millones de dólares).
Sin embargo, el documento indica que alrededor de 2% de la ayuda humanitaria de la Usaid llegó a manos de quienes la requerían, mientras que el 98 %restante tuvo usos distintos a sus objetivos originales.
Pero si vemos los registros de la Oficina de Asistencia Exterior de EEUU de manera más detallada en el período que va de 2018 a 2023, vemos que el monto enviado por la Usaid fue de 545.700.000 dólares para las supuestas ayudas humanitarias, mientras que por los programas de gobernanza fueron 165.300.000 dólares.
Otro dato a destacar es que con la excusa de seguir fortaleciendo las “ayudas humanitarias” hacia Venezuela, el período con mayores partidas para dichos programas fue entre 2018 a 2024.
En este lapso sólo por este concepto se aportaron 695.700.000 dólares, mientras que por los programas de gobernanza se destinarían 202.300.000 dólares.
2024: el mayor desembolso
Miramos con detalle el año 2024 y es notable que, con un nuevo escenario de elección presidencial tanto en Venezuela como en Estados Unidos, desde el país norteamericano se destinaron una gran cantidad de recursos para intervenir en nuestro país a través de la agencia.
Para ese año la asignación de recursos por parte de Washington fue de 211.029.778 dólares a través de la Usaid, la cifra más alta en dos décadas.
Ese año los aportes por ayuda humanitaria serían de 150 millones de dólares contra 37 millones de dólares por programas de gobernaza.
De esta manera Venezuela se colocaba en el tercer puesto de la región en cuanto a recursos otorgados, lista que encabezaba Haití, país para el que se destinaron más de 410 millones de dólares.
Observamos que en el período 2013-2024 el gobierno de EEUU destinó 1.134.999.920 dólares, de los cuales 91,64% fueron a través de la Usaid es decir, 1.040.148.881 dólares.
Todos estos datos demuestran como desde Washington utilizaron grandes recursos para promover un cambio de gobierno en los países que no responden a sus intereses.
Sin embargo, queda la incógnita sobre si estos recursos que se muestran en las páginas oficiales son cifras conservadoras o existe un despilfarro más grande de recursos, lo que explicaría por que Donald Trump le ha puesto «la lupa» – como se dice coloquialmente- a esta agencia.
Y es que el propio presidente Nicolás Maduro instó, e pasado mes de febrero, al mandatario estadounidense a revisar todos los informes de la USAID, debido al robo que desde allí se propició con la supuesta ayuda a la migración venezolana.
«Para que usted vea, presidente Trump, cómo se robaron miles de millones de dólares y que para ayudar a los migrantes venezolanos, se los robaron los burócratas de la ONU», dijo el jefe de Estado venezolano durante el taller de alto nivel del gobierno popular.