El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, agradeció este lunes a los cubanos por su «comprensión» tras el colapso total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) del viernes, que provocó el cuarto apagón nacional que sufre la isla en menos de seis meses.
En el primer mensaje en redes del presidente en 48 horas, se refirió a «las horas de incertidumbre y malestar» que provocó este nuevo apagón, cuando aún no ha vuelto a la corriente a algunas áreas del país desde el viernes (tres de las 15 provincias del país no tienen clases este lunes por ese motivo).
«Gracias Cuba por la comprensión en las horas de incertidumbre y malestar por la desconexión del SEN», escribió Díaz-Canel, quien también agradeció «a los trabajadores y directivos» de la estatal Unión Eléctrica (UNE), que enfrentaron la crisis «sin un segundo de reposo».
«Seguimos con déficit (energético), pero ya conectados», concluyó.
El anterior mensaje de Díaz-Canel en redes fue el sábado por la mañana, cuando aseguró que se trabajaba «intensamente para recuperar la estabilidad del SEN» y que había estado en contacto permanente con el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.
El grueso de la comunicación de crisis lo han llevado el Ministerio de Energía y Minas (Minem) y la UNE, que han ido informando regularmente sobre los avances técnicos en el restablecimiento del sistema.
Como en los tres apagones nacionales previos -octubre, noviembre y diciembre de 2024- no ha habido una evaluación de responsabilidades políticas por los hechos ni se han producido ceses o dimisiones.
Díaz-Canel participó ese sábado por la mañana en el cierre de la conferencia nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en un discurso en el que no hizo ninguna alusión concreta al apagón nacional, según la transcripción publicada este lunes por el diario oficial Granma.
Una avería en una subestación de las afueras de La Habana desestabilizó el SEN el viernes por la noche, lo que acabó provocando un nuevo apagón nacional.
La situación este lunes por la mañana es de progresiva vuelta a la normalidad previa, con prolongados apagones diarios por toda la isla, pero con un SEN ya cohesionado y varias centrales termoeléctricas trabajando y sirviendo energía a la red.
Cuba sufre una profunda crisis energética por una infrafinanciación crónica del sector, en manos del Estado desde el triunfo de la revolución en 1959.
Las obsoletas centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y un acusado déficit de inversiones, sufren frecuentes averías; y el Estado carece de las divisas necesarias para importar el combustible que precisa para nutrir los motores de generación eléctrica que tiene distribuidos por todo el país. EFE