El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, ha eliminado el sistema de licencias que permitía a compañías extranjeras operar en el sector petrolero y gasífero de Venezuela. Esta medida amenaza con revertir la leve recuperación que la industria había experimentado en los últimos años, a pesar de las sanciones impuestas por Washington.
La decisión, anunciada días después de que la administración de Trump cancelara la autorización a la petrolera estadounidense Chevron, también afecta a otras empresas internacionales. Este lunes, firmas como la francesa Maurel & Prom, la española Repsol y la italiana Eni confirmaron que sus licencias corrieron la misma suerte.
Expertos consultados por AFP analizan las posibles consecuencias de esta medida.
¿Se verá afectada la producción petrolera?
Trump ha endurecido la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, luego de que la oposición denunciara fraude en las elecciones de 2024. El mandatario venezolano, quien ha calificado las sanciones como parte de una «guerra económica», ha prometido «resistir».
Cuando en 2019 la administración Trump impuso un embargo al crudo venezolano durante su primer mandato, la estatal Pdvsa ya enfrentaba una severa crisis debido a corrupción y falta de inversión. Las sanciones aceleraron el declive: de una producción de más de tres millones de barriles diarios (bd) hace dos décadas, la cifra cayó por debajo de los 400.000 bd.
Sin embargo, en la actualidad, Venezuela cuenta con mayor margen de maniobra, según Gilberto Morillo, exgerente financiero de Pdvsa.
«Pdvsa venía (entonces) de un deterioro propio de su administración y ahora tiene cierta capacidad de operación, aunque no sabemos qué tan grande», señaló.
Las licencias otorgadas en 2022 por el gobierno del demócrata Joe Biden permitieron una leve recuperación de la producción, bajo la condición de avances hacia «elecciones libres». No obstante, Trump, en su segundo mandato, ha vuelto a desconocer a Maduro y ha revocado estos permisos.
Actualmente, la producción petrolera venezolana ronda los 900.000 bpd, según datos de la Opep. Empresas privadas estiman que Chevron aporta unos 220.000 bpd, Repsol alrededor de 60.000 y Maurel & Prom entre 20.000 y 25.000 bpd.
Estados Unidos ha establecido el 27 de mayo como fecha límite para que estas compañías cesen sus operaciones en Venezuela.
«Ningún campo en sociedad se para por ausencia o inercia de un socio, aunque sí pueden presentarse dificultades operativas y económicas», advierte Germán Márquez, exviceministro de Hidrocarburos.
¿Cómo afectará la comercialización del crudo?
Aunque la producción no se vería inmediatamente paralizada, la comercialización del petróleo venezolano enfrentará nuevos obstáculos, según Morillo.
«El problema sería cómo monetizar ese crudo», advirtió, señalando que la eliminación de licencias se suma a otro factor de presión: la intención de Trump de imponer aranceles del 25% a países que adquieran petróleo venezolano.
En febrero, Venezuela exportó aproximadamente 500.000 bpd a China, 240.000 a Estados Unidos y 70.000 a India y España, según fuentes consultadas por AFP.
Las sanciones han obligado a Pdvsa a vender su crudo con descuentos y a recurrir a intermediarios para esquivar las restricciones.
Un intento fallido de comercialización a través de criptoactivos derivó en un escándalo de corrupción que llevó a prisión a Tareck El Aissami, exministro de Petróleo entre 2020 y 2023. Según reportes, este esquema le costó al país más de 15.000 millones de dólares.
Para Reinaldo Quintero, presidente de la Asociación Petrolera Venezolana, la cancelación de licencias representa «un riesgo para los precios» del crudo venezolano y los mercados a los que puede acceder. Sin embargo, considera que aún existe margen para negociaciones.
Impacto inmediato en la economía
La medida de Washington ha generado incertidumbre en un país que sufrió ocho años de recesión entre 2014 y 2021 y una prolongada hiperinflación, factores que han impulsado la migración de millones de venezolanos.
Uno de los primeros efectos ha sido el alza en la cotización del dólar en el mercado paralelo, lo que presiona los precios internos.
«El anuncio» de la revocación de la licencia a Chevron «generó de inmediato una inquietud muy grande», afirmó César Aristimuño, director de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados.
La demanda de divisas aumentó justo cuando la oferta se reducía. No obstante, Aristimuño considera que «el efecto Chevron» es «coyuntural» y que el mercado cambiario podría estabilizarse.
Consecuencias más allá del petróleo
Un portavoz de Repsol recordó que el 85% de las operaciones de la empresa en Venezuela corresponden a la producción de gas natural, un recurso clave para el sistema eléctrico nacional.
El fin de las licencias impedirá a Pdvsa pagar la producción de gas con suministros de petróleo, como ha hecho hasta ahora, ya que las trasnacionales no contaban con autorización para exportar crudo.
«Si ellos siguen operando (…) y Pdvsa no les puede pagar, entonces se generaría una deuda», explicó Morillo, sugiriendo que este podría ser un punto de negociación.
«Un escenario es que ellos digan: bueno, cerramos y nos vamos; pero perderían toda su inversión», añadió.
Con información de SWI swissinfo.ch / AFP.