El ataúd con los restos del Papa Francisco fue depositado este 26 de abril en la Basílica Santa María la Mayor, en una sepultura preparada según los deseos del Pontífice argentino, cuya devoción por la Virgen Salus Populi Romani albergada en este templo, era conocida.
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El cortejo fúnebre del Papa Francisco llegó a la Basílica Santa María la Mayor tras recorrer las calles de Roma desde la Plaza de San Pedro, donde fue celebrada la Misa de exequias ante unas 200.000 personas.
Muchos fieles quisieron recibirle a los pies de este templo mariano situado en el Esquilino, una de las siete colinas de Roma. Tanto en la zona frontal como en la parte posterior de la basílica, había grandes pantallas para seguir el funeral.
Escenas que recuerdan al tiempo de la pandemia. El Castel Sant’ Angelo vacío de turistas. Todos están en la plaza de San Pedro.@EWTNews @aciprensa pic.twitter.com/4mPQJCpq7n
— Almudena Martínez-Bordiú (@AlmuMBordiu) April 26, 2025
La multitud rompió en aplausos al inicio del funeral celebrado en el Vaticano y también cuando el Cardenal Giovanni Battista Re recordó en su homilía las innumerables veces que el Santo Padre pidió a los fieles que rezaran por él.
En 1903 fue la última vez en que un pontífice había sido sepultado fuera del Vaticano. Ello ocurrió con el cuerpo del Papa León XIII, que fue portado desde la Basílica de San Pedro hasta San Juan de Letrán, la Catedral de Roma.
Tras recorrer lentamente los cerca de 6 kilómetros que separan ambas basílicas, el coche con el ataúd del Papa Francisco ascendió por la vía Cavour hasta la entrada principal, donde fue recibido por el Cardenal Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de Santa María La Mayor.
El Papa Francisco entra en Santa María la Mayor abrazado por los que más quiso, la Virgen y los pobres.
El Papa Francisco entra en Santa María la Mayor abrazado por los que más quiso, la Virgen y los pobres.
Un instante para la historia. Descansa en paz, querido Papa Francisco.@EWTNews @aciprensa pic.twitter.com/h8EwCgxFkS
— Almudena Martínez-Bordiú (@AlmuMBordiu) April 26, 2025
El Santo Padre deseó ser enterrado en esta basílica debido a que, en su interior, se encuentra el icono de la Virgen Salus Populi Romani, la protectora del pueblo de Roma a la que “abrazó” en más de 100 ocasiones.
La devoción del Santo Padre por esta imagen se remonta a antes de ser elegido Sucesor de San Pedro. Cuando viajaba a Roma, siempre se encomendaba a Ella. Desde 2013, ya como Papa, la visitó antes y después de cada viaje apostólico que hizo, para pedir su intercesión y agradecerle por los frutos de su viaje.
A pesar de su frágil estado de salud, el Santo Padre pudo despedirse de esta Virgen poco antes de morir, el 12 de abril.
El Pontífice fue enterrado en un nicho de la nave central, entre la Capilla Paulina, donde se encuentra el icono, y la Capilla Sforza. De hecho, el lugar elegido para el nicho del Santo Padre era anteriormente una habitación donde se guardan los candelabros.
La sepultura tuvo lugar de forma privada y en la intimidad. El rito fue el mismo que se lleva a cabo para cualquier pontífice. Estuvieron presentes, entre otros, el camarlengo, Cardenal Kevin Farrell, el Vicario de la Diócesis de Roma, el prefecto de la Casa Pontificia, el Maestro de Ceremonias y los familiares del Papa Francisco.
Sobre el ataúd se imprimieron los sellos del camarlengo, la prefectura de la Casa Pontificia y de la Oficina de Ceremonias Litúrgicas. Además, un notario redactó un acta que da fe que el entierro tuvo lugar.
Finalmente, el ataúd fue rociado con agua bendita y se rezó el Salve Regina. La sencilla tumba del Santo Padre está situada sobre el suelo, con la única inscripción “FRANCISCUS” y elaborada con un mármol de Liguria, del norte de Italia, la tierra donde nacieron sus abuelos que más tarde emigraron a Argentina.