Las importaciones de petróleo venezolano por parte de España, experimentaron un notable incremento del 59 % durante los primeros dos meses de 2025, en comparación con el mismo período del año anterior, según datos recopilados por Reuters.
Este incremento ocurre semanas antes de que entren en vigor nuevas sanciones estadounidenses que impondrán barreras comerciales al crudo de Venezuela.
Los datos oficiales del gobierno español revelan un significativo aumento en las importaciones de crudo venezolano durante los primeros meses de 2025, justo cuando se aproxima la implementación de nuevas medidas restrictivas por parte de Estados Unidos.
Las cifras muestran que entre enero y febrero el país europeo adquirió 449.000 toneladas de hidrocarburos venezolanos, lo que representa un incremento del 59 % respecto a las 283.000 toneladas importadas en el mismo periodo de 2024.
Este notable crecimiento en las compras ocurre en un contexto de creciente tensión comercial. La administración del presidente Donald Trump anunció recientemente la imposición de un arancel del 25 % a las naciones que adquieran petróleo y gas venezolanos, medida que entrará en vigor en las próximas semanas. Paralelamente, las autoridades estadounidenses han iniciado el proceso para revocar las autorizaciones que permitían a empresas extranjeras operar con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Entre las compañías afectadas se encuentra la española Repsol, que bajo un acuerdo previo con el gobierno venezolano recibía crudo como forma de pago por deudas acumuladas.
La petrolera ibérica, que el año pasado incrementó sustancialmente sus volúmenes de importación desde Venezuela, mantiene actualmente conversaciones con el gobierno estadounidense para negociar una posible extensión del plazo del 27 de mayo establecido para cesar sus operaciones en el país sudamericano.
El comportamiento del mercado petrolero hispano-venezolano muestra una clara tendencia alcista. Durante 2024, España superó la barrera de los 3 millones de toneladas de crudo venezolano importado, duplicando las cifras del año anterior y alcanzando niveles no registrados desde 2015. Este resurgimiento del intercambio energético contrasta con las restricciones impuestas por Washington desde 2019, cuando se implementó por primera vez el esquema de sanciones contra la industria petrolera venezolana.
Por su parte, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha mantenido una postura firme contra las medidas coercitivas. En reiteradas ocasiones, altos funcionarios venezolanos han calificado las sanciones como «ilegales» y parte de una «guerra económica» destinada a asfixiar financieramente al país. Mientras tanto, la actividad en terminales petroleras como La Salina, en el estado Zulia, continúa mostrando movimiento, con buques tanque como el Avril —actualmente bajo sanciones estadounidenses— realizando operaciones de carga y transporte.
Analistas del sector energético sugieren que el reciente aumento en las importaciones españolas podría responder a una estrategia de acopio preventivo por parte de las compañías europeas, anticipándose a la plena implementación de las nuevas barreras comerciales.