Henrique Capriles Radonski permanece en la segunda línea del liderazgo opositor desde que fuera inhabilitado para ejercer cargos públicos hace ocho años –aunque en la página de la Contraloría General de la República (CGR) no aparece como inhabilitado– en un proceso que tacha de irregular.
Pero estar lejos de la vanguardia no le impide lanzar mensajes que cree impopulares, como su llamado al voto en las elecciones del 25 de mayo, las primeras desde los comicios del 28 de julio.
“No es verdad que votar es refrendar un Gobierno o lavarle la cara a un Gobierno, el voto es mi derecho y yo a través del voto me expreso o castigo al Gobierno. Ahora ¿Si voto estoy desconociendo lo que pasó el 28 de julio? No, todo lo contrario, estoy ratificando mi voluntad de cambio, una voluntad que expresé el 28 de julio sin que hubieran condiciones”, dijo el dos veces candidato a la presidencia en una entrevista con Crónica Uno.
A continuación, la entrevista:
Un sector de la oposición rechaza esta nueva elección y pide a los ciudadanos no votar. Le pregunto ¿Por qué votar?
Nosotros tenemos que defender lo que creemos, yo no soy guerrillero ni militar, ni voy a tomar las armas, no es mi camino, no creo en ese camino de una confrontación armada, una guerra civil. Yo creo en el camino de la participación electoral. Nosotros creemos en la democracia, entonces tenemos que practicar la democracia, tenemos que defender la democracia.
Entonces ¿abstenerse? ¿para qué abstenerte otra vez? ¿la abstención para qué? ¿cómo vas a derrotar al Gobierno quedándote en tu casa, en silencio? El silencio lo único que va a permitir es consolidar más al Gobierno que se robó las elecciones (del 28J). La abstención es un error y el error lo paga la gente común.
Hay que votar porque votar es una manera de expresarte. Más allá de elegir a alguien, es la herramienta que nos queda para seguir expresando nuestro deseo de cambio, porque lo contrario es regalarle al Gobierno todo, lo otro significa que el Gobierno no tenga que tomarse el trabajo, ni siquiera, de robarte tu voto, de quedarse desnudo.
¿Qué significa el voto en este momento tan particular del país?
Yo veo el voto, en este momento, en esta situación país, como un grito de los venezolanos que estamos aquí y que queremos un cambio, que lo manifestamos el 28 de julio. En cualquier espacio que haya yo creo que nosotros tenemos que mantener viva la voz, porque la abstención, sino la hubiéramos transitado, probablemente yo te diría ‘mira lo que pasó el 28 de julio, mejor no vamos a elecciones’.
Pero, probablemente, los momentos de mayor desmovilización, de mayor retroceso en términos de la búsqueda del cambio, han sido cuando nos hemos abstenido.
Participar, votar, en este contexto en el que estamos, es una manera de reivindicar tus derechos, una manera de reivindicar el 28 de julio, una manera de luchar. Si no lo quieres hacer es tu derecho, pero no puedes satanizar al que lo quiere hacer.
¿Y cuáles han sido los momentos más importantes, más significativos, de mayor demostración del sector democrático que quiere un cambio en el país? Para mí han sido tres: la reforma constitucional de 2007, la victoria de la AN en 2015 y la tercera el 28 de julio de 2024.
¿Se ha paseado por un escenario de abstención masiva? ¿Qué pasaría el día después de las elecciones si la gran mayoría se abstiene?
¿Qué viene al día siguiente? Yo te puedo decir que lo que viene el día siguiente: el Gobierno se consolida más, y vamos caminando, si no resistimos, a un país en el que el Gobierno ocupa todos los espacios, donde no haya ONG, no haya periodismo, que no haya voces en la Asamblea Nacional. La única opción que tenemos los demócratas es alzar la voz con esa herramienta que es el voto.
¿Qué le dice a los ciudadanos comunes que valoran abstenerse?
Que yo prefiero poner allí mi voz y que tengan que tomarse el trabajo de robarse mi voz, porque me da la posibilidad a mí de denunciar que se robaron 24 elecciones (de gobernadores) y más de 200 curules de la Asamblea Nacional. Ya la abstención la vivimos.
Ojo, yo respeto a la persona que no quiere votar, pero también hay muchos que sí queremos votar, no queremos la abstención y no es para nosotros una opción quedarnos en la casa.
¿Y si ocurre otro fraude, como cree la oposición que ocurrió el #28J?
Luchar contra el fraude y denunciar el fraude siempre será mejor, en términos de resistencia, que no hacer nada. Ya lo vivimos, ya nosotros hemos vivido la abstención y es un retroceso desde todo punto de vista, lo único que hace es facilitarle las cosas al Gobierno.
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