Mariana González de Tudares, hija del opositor Edmundo González Urrutia, denunció este sábado que su esposo, Rafael Tudares Bracho, lleva 88 días en «detención arbitraria y desaparición forzada».
En su cuenta de X, exigió que las autoridades provean una fe de vida que permita verificar su estado de salud e integridad física, así como la autorización para visitarlo personalmente en el lugar donde se encuentre recluido.
El pasado 24 de febrero, González de Tudares denunció que a su esposo se le imputaron los mismos delitos que se atribuyen a su padre, actualmente exiliado en España, bajo el argumento de un «supuesto grado de complicidad». Calificó la audiencia de presentación como «inconstitucional e ilegítima», ya que Tudares «no pudo designar un abogado de confianza ni contar con una defensa efectiva».
«Rafael no tuvo nada que ver con las actividades políticas de mi padre y, en general, no participa ni incide en la política», aseguró. Subrayó que la acusación por «complicidad» es una «maniobra» diseñada para extender la responsabilidad penal a familiares, violando principios constitucionales.
A pesar de que las autoridades le notificaron que Tudares había sido trasladado al centro penitenciario Rodeo I (SESMAS), al acudir al lugar, le informaron que no se encontraba allí. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) tildó el proceso de «fraudulento», denunciando la violación del debido proceso y el derecho a una defensa legítima.
González de Tudares exigió la liberación inmediata de su esposo, insistiendo en su inocencia y en que es víctima de persecución política. «Rafael es inocente, así como lo son cientos de presos políticos que permanecen tras las rejas en las cárceles de Maduro, solo por pensar diferente. En su caso, su único delito es ser yerno de Edmundo González», afirmó.
La PUD respaldó su reclamo, exigiendo el respeto a los derechos humanos de Tudares y su familia, y reiterando su compromiso con la «lucha por la libertad de todos los presos políticos en Venezuela».