La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) denunció este viernes la “desaparición forzada” y “detención arbitraria” de más de 200 venezolanos deportados a el Salvador de parte del Gobierno de Trump, acusados de presuntamente formar parte del ‘Tren de Aragua’.
En un comunicado, la organización dijo que entrevistó a 40 familiares de los enviados a El Salvador. En ese sentido, agregó que los venezolanos “permanecen incomunicados” desde que los enviaron a la nación centroamericana.
Según HRW, los familiares precisaron que “los funcionarios salvadoreños no les han dado respuestas y que las autoridades estadounidenses afirmaron que no podían compartir ninguna información sobre el paradero de sus familiares”.
“Estas desapariciones forzadas constituyen una grave violación del derecho internacional de los derechos humanos”, alertó Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de HRW
“La crueldad de los Gobiernos de Estados Unidos y El Salvador ha dejado a estas personas por fuera de la protección de la ley y ha causado a sus familias un dolor inmenso”, insistió.
En ese sentido, exhortó a las autoridades de EE. UU. a hacer “pública” la identidad de los venezolanos trasladados a El Salvador. Asimismo, a la Administración de Nayib Bukele, le pidieron «confirmar el paradero específico de los detenidos». También «revelar si existe alguna base legal para su detención y permitirles el contacto con el mundo exterior».
Carta enviada a El Salvador, sin respuesta
Mencionó la organización que el 5 de abril, envió una carta a las autoridades salvadoreñas. En ella, solicitaba información sobre la identidad de los detenidos, sus condiciones de detención en el Cecot y la fundamentación jurídica para su arresto. Sin embargo, el Gobierno de El Salvador “no respondió”.
Cada uno de los familiares entrevistados afirmaron que las autoridades de EE. UU. de migración le avisaron de que los devolverían a Venezuela. En pocas palabras, a ninguno le dijeron que los enviarían a El Salvador.
“Nadie debería verse en la situación de tener que juntar retazos de información de los medios de comunicación o interpretar el silencio de las autoridades para averiguar dónde están detenidos sus familiares”, añadió Goebertus.