La Casa Blanca desmintió este lunes los rumores de que el presidente Donald Trump estaría considerando una pausa de 90 días en los aranceles a China, calificando la información como «noticia falsa».
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, rechazó la entrevista del asesor económico de Trump, Kevin Hassett, con Fox News, donde se le consultó si la administración evaluaba suspender los aranceles por 90 días para todas las naciones excepto China, informó CNBC News.
«El presidente tomará la decisión que considere adecuada», respondió Hassett evadiendo dar precisiones concretas.
La negativa se produjo en medio de una nueva escalada en la guerra comercial, con Trump amenazando con imponer aranceles del 50 % a productos chinos si Beijing no elimina sus medidas de represalia contra las exportaciones estadounidenses «antes de mañana».
Los mercados reaccionaron con nerviosismo ante las declaraciones del mandatario. Las bolsas asiáticas registraron fuertes caídas durante la noche, con pérdidas en los índices de Singapur, Japón, Corea del Sur y Australia.
En Wall Street, los principales indicadores abrieron a la baja por tercera sesión consecutiva, reflejando la preocupación por el impacto global de las medidas proteccionistas. Mientras tanto, la Unión Europea advirtió que, aunque está dispuesta a negociar, también se prepara para tomar represalias si Estados Unidos sigue adelante con los aranceles.
El multimillonario Richard Branson lanzó una dura advertencia, afirmando que Estados Unidos «se enfrentará a la ruina en los próximos años» si la administración Trump no revierte lo que calificó como un «error colosal» en su política comercial. Por su parte, el inversor Bill Ackman, aliado de Trump, coincidió en señalar que el país está al borde de un «invierno nuclear económico» debido a las tensiones arancelarias.
En medio de la polémica, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, insistió en que los aranceles «no se pospondrán» y permanecerán vigentes durante «días y semanas». Sus declaraciones contrastan con el desplome de las acciones de Tesla, que han caído un 20% desde que Lutnick las promocionó el mes pasado. Mientras tanto, Canadá llevó el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en protesta por los aranceles del 25% impuestos a los automóviles y piezas importadas desde ese país.
El clima de tensión se vio agravado por un cruce de declaraciones entre el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, y el CEO de Tesla, Elon Musk. Navarro restó importancia a los ataques de Musk, quien criticó su formación académica y su postura proteccionista. «No es gran cosa», dijo Navarro, aunque luego cuestionó el modelo de negocio de Tesla, acusándolo de ser un «ensamblador» en lugar de un fabricante.
Trump, por su parte, aprovechó sus redes sociales para defender su postura, argumentando que no es sostenible que Estados Unidos pierda «1,9 billones de dólares en comercio» mientras sigue gastando «mucho dinero en la OTAN».
La crisis comercial ocurre en un día clave, con la visita a la Casa Blanca del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, uno de los aliados más cercanos del presidente.