El Vaticano informó este lunes 21 de abril que, el papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano de la historia, murió a sus 88 años, informó Vatican News.
Hace poco, el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, quien asumirá la responsabilidad de la Santa Sede anunció con tristeza el fallecimiento del papa Francisco, con estas palabras:
«Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre».
«Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino».
Su última aparición pública fue este domingo 20 de abril, donde todavía convaleciente, apareció en el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano y con una débil voz le deseó una «feliz Pascua» a los miles de fieles congregados allí por el Domingo de Resurrección.
El pasado 6 de abril ante había hecho su primera reaparición ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro al finalizar la misa por el Jubileo de los enfermos y el mundo de la sanidad, un evento que había estado esperando con ansias tras ss hospitalización por una neumonía bilateral.
Francisco llegó en silla de ruedas y acompañado por su enfermero personal. El pontífice ofreció un breve pero significativo saludo, expresando su agradecimiento a los 20,000 peregrinos presentes por sus oraciones y apoyo durante su recuperación, informó el Vaticano.
Enfermedad
El sumo pontífice había estado hospitalizado en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma desde el 14 de febrero de 2025 debido a una neumonía bilateral, permaneciendo internado durante 38 días hasta recibir el alta el 23 de marzo. Durante su hospitalización, los médicos reportaron en múltiples ocasiones mejorías en su estado de salud.
El 10 de marzo, el boletín médico confirmó que su condición se había estabilizado, con análisis clínicos favorables y una respuesta positiva al tratamiento, lo que llevó a levantar el pronóstico reservado. A pesar de esto, los especialistas decidieron mantenerlo hospitalizado unos días más para asegurar su recuperación.
El 11 de marzo, la Santa Sede informó que el papa había superado el estado de gravedad, destacando que había pasado una «noche tranquila» y mostraba una notable mejoría.
Francisco, aunque débil, mantuvo su espíritu activo, participando en actividades espirituales por videoconferencia y orando en la capilla del hospital. Finalmente, tras casi cinco semanas de internamiento, fue dado de alta, aunque con la recomendación médica de guardar reposo absoluto durante al menos dos meses y continuar con terapias farmacológicas.