La guerra comercial iniciada por el presidente estadounidense, Donald Trump, y la necesidad de una respuesta por parte de España y Europa ha abierto la puerta al deshielo entre el Gobierno español y el principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP), tras meses de relaciones congeladas y constantes fricciones.
Aunque todavía con muchas reticencias a valorar el plan de apoyo a los afectados por los aranceles anunciado ayer por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por «la falta de información» y «detalles», este viernes varias figuras del PP hablaron de «tender la mano» al Ejecutivo, toda una novedad en el discurso de los populares.
El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, se reunió anoche con varios vicesecretarios del PP, en un encuentro en el que el Gobierno facilitó información sobre un plan que está todavía «en un estado muy embrionario».
La reunión duró casi dos horas y fue la primera de la ronda de partidos convocada unas horas antes por Sánchez tras el anuncio de un plan de contingencia que contempla 14.100 millones de euros en ayudas a los sectores económicos españoles más afectados.
Con el resto de representantes de partidos, salvo con el ultraderechista Vox, Cuerpo se reunido hoy con un tiempo más limitado, solo media hora.
Una deferencia al principal partido de la oposición muy crítico con la falta de información a la que Sánchez lo somete, según se queja con frecuencia su líder, Alberto Núñez Feijóo.
En una entrevista en la emisora Onda Cero, el ministro de Economía español no quiso desvelar el contenido de la reunión con los representantes populares, pero dijo que comparten una visión similar del conflicto y de la necesidad de apoyar al tejido productivo, una señal más del interés en acercar posturas.
El ministro de Transformación Digital y de la Función Pública español, Óscar López, pidió a los populares que rompan todos los lazos con Vox, por el apoyo férreo de los ultraderechistas españoles a Trump y la ausencia de críticas a los aranceles.
Una situación que el líder del PP calificó ayer como antipatriota, en un acto público en el que llegó a felicitar al Gobierno de Sánchez por haberse encontrado unas horas antes con los agentes sociales.EFE