Un «maravilloso juego libre entre hombre y mujer»: así describió el amor el papa Francisco en el prefacio que escribió para un libro que se publicará próximamente y donde el Pontífice compara el amor con bailar tango, algo que supo hacer muy bien, según recuerdan sus amigos de juventud.
«Los bailarines y las bailarinas se cortejan, experimentan cercanía y distancia, sensualidad, atención, disciplina y dignidad. Se alegran del amor y comprenden lo que puede significar entregarse completamente», escribió. «¿Cuántos matrimonios fracasan hoy al cabo de tres, cinco, siete años?», observó. “¿No sería mejor entonces evitar el dolor, simplemente tocarnos como en un baile pasajero, disfrutar el uno del otro, jugar juntos y luego separarnos?…Cree en el amor, cree en Dios y cree que puedes emprender la aventura de un amor para toda la vida…en el ser humano reside el deseo de ser acogido sin reservas, y experimentarlo conduce a una ganancia última: la vida en plenitud».
El libro «Youcat. Amar para siempre» ha sido editado por la Fundación Yucat y está dirigido a las nuevas generaciones cristianas que aspiran a casarse y formar un hogar. Allí Francisco también cita la Biblia cuando señala que para la unión matrimonial «es necesaria una preparación adecuada, porque toda la vida se desarrolla en el amor, y el amor no es algo que se tome en broma».
El papa propuso un “catecumenado”, término que en la Iglesia primitiva indica “un camino a menudo plurianual de aprendizaje y de verificación personal”. Un camino que lleva a esa «alegría del amor que, paso a paso, con los ojos llenos de estupor, no debe detenerse», escribió. «Cree que puedes afrontar la aventura de un sentimiento para toda la vida», insistió.