El expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, justificó su negativa a pronunciarse sobre las elecciones venezolanas de julio de 2024, argumentando que esa postura le permite enfocarse en «lo más importante»: la defensa de derechos humanos y la prevención de un conflicto armado en ese país.
En una entrevista con El País, Zapatero, quien fungió como observador internacional en los comicios donde Nicolás Maduro fue reelegido, se diferenció de otros expresidentes como Leonel Fernández de República Dominicana y Ernesto Samper de Colombia, quienes sí exigieron acceso a las actas electorales.
«Desde el primer minuto supe el papel que debía hacer. No me pronuncio sobre esas elecciones porque eso me permite ayudar en la defensa de los derechos humanos reales, no los retóricos», afirmó.
El exmandatario detalló que su trabajo en Venezuela tiene dos ejes: «evitar una guerra civil y aliviar la situación de víctimas». Relató haber estado «en momentos con muertos en las calles» durante la crisis política venezolana, y aseguró que su mediación ha contribuido a «conjurar ese riesgo». Sobre su método, enfatizó la discreción: «Todo lo positivo que he logrado ha sido así. No puedo dar detalles».
Críticas y vínculos con la oposición
Consultado sobre las acusaciones de figuras como María Corina Machado, quien lo ha señalado como aliado del chavismo, Zapatero respondió que «no tiene relación con ella». «No la conozco. Creo que ella no puede hablar de mí ni yo de ella, sinceramente», dijo.
En cambio, destacó su contacto con el excandidato presidencial Edmundo González Urrutia y su familia. Sin embargo, evitó comentar el caso de su yerno, actualmente detenido.
Frente a rumores sobre supuestos negocios en Venezuela, incluyendo la posesión de una mina de oro, Zapatero respondió con ironía: «Es como de risa, ¿no?». Citando al científico Santiago Ramón y Cajal, optó por el silencio ante «injuria». Aclaró que el gobierno venezolano financia sus viajes, pero negó otro tipo de vinculación económica: «He dedicado miles de horas sin interés personal. La oposición me pidió que fuera».
Zapatero insistió en que prioriza acciones concretas sobre declaraciones mediáticas. Mencionó su amistad con el encarcelado Enrique Márquez y su deseo de que sea liberado, pero reiteró que su labor depende de no «quemar puentes» con ninguno de los actores.