En medio de la marcha por la victoria en las elecciones regionales y parlamentarias del pasado 25 de mayo, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), advirtió a la oposición venezolana que si «no entiende» lo sucedido en los comicios, donde la victoria del Gran Polo Patriótico fue amplia, de ahora en adelante están «condenados al fracaso».
Desde Caracas, Cabello sostuvo que la oposición «no ha reconocido dónde están parados», y que tienen «el fango hasta la cintura» sin ser capaces de darse cuenta, lo que a su juicio, llevará a «un desastre» en sus acciones futuras.
El dirigente oficialista resaltó la importancia de la paz y la tranquilidad para los venezolanos, señalando que la capacidad de «tener su negocio, poder salir de vacaciones por la seguridad en las calles» es un valor que la gente asume. Cabello afirmó que el pueblo acudió masivamente, a pesar de los intentos de la oposición de que la gente no fuera a votar «más nunca» con lo que tenían preparado para el 25 de mayo.
«Lo más preocupados deben ser la oposición porque ahora vienen elecciones de alcaldes y allí estará el chavismo, no sabemos cómo estarán ellos», sentenció. Reiteró que el 25 de mayo fue un «punto de inflexión» y que, si la oposición no se «pana y ponen los pies sobre la tierra, cualquier cosa será fracaso. La marca será el fracaso».
Asimismo enfatizó que la narrativa de la abstención «se cayó como la narrativa del Tren de Aragua», destacando que tanto el pueblo chavista como un sector de la oposición que busca abrirse espacio en la vida política salió a votar. Calificó los resultados como «incuestionables», y saludó el reconocimiento de la victoria por parte de figuras opositoras como Manuel Rosales en el Zulia y Sergio Garrido en Barinas, lo que demostró una «buena señal para la tranquilidad del país».
Finalmente, se refirió al reconocimiento de la elección del gobernador en la Guayana Esequiba, un hecho que calificó de «público, notorio y comunicacional», y que representa el reconocimiento de «un hecho histórico» para quienes habitan en la zona en controversia.