El comercio total entre Venezuela y Estados Unidos en el primer trimestre de 2025 se incrementó 23%, al llegar a un monto de 2.682 millones de dólares, resultado que se vio impulsado por un alza en las exportaciones petroleras y que ocurre en medio de la incertidumbre por la renovación de las licencias y la imposición de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump.
La cifra es la más alta para un primer trimestre desde 2018, antes de las sanciones petroleras, aunque es solo un poco más de la mitad del monto que se registró en ese lapso.
De acuerdo con los datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés), entre enero y marzo las exportaciones de Venezuela hacia Estados Unidos se ubicaron en 1.625 millones de dólares, un incremento de 59% en comparación con el mismo lapso del año previo.
Estas exportaciones venezolanas se concentraron principalmente en crudo y derivados con un monto de 1.554 millones de dólares, que representan 96% del total. Solo estos productos en específico marcaron un alza interanual de 62%.
Las cifras, que son las últimas disponibles, permiten visualizar el panorama en medio de la incertidumbre que existe por la decisión de la administración de Donald Trump de no renovar la licencias que permiten a Chevron y otras empresas estadounidenses seguir operando en el país (que comenzará a regir este mes); la imposición de aranceles a terceros países que compran crudo venezolano y el arancel de 15% a las exportaciones no petroleras nacionales (que iniciará su aplicación en julio).
Los tres factores están gravitando sobre el comercio entre Venezuela y Estados Unidos, pero también están sujetos a las negociaciones que se den y que están vinculadas a condiciones políticas y migratorias.
Dentro de las exportaciones no petroleras, el café pasó a liderar la lista con un monto acumulado en el primer trimestre de 13 millones de dólares, un alza de 1.200%, en contraste con el mismo lapso de 2024.
De esta manera superó a los productos del mar (cangrejos y camarones, principalmente) que sumaron 10 millones de dólares (una caída de 33% en el período). En tercer lugar se ubicó el cacao con una factura de 9 millones de dólares, mercancía que no se exportaba en un primer trimestre desde 2022 cuando se vendieron embarques por 2 millones de dólares.
Las empresas estadounidenses que compran estos productos a Venezuela tendrían que pagar un arancel de 15% a partir de junio, si los gobiernos no negocian un acuerdo en el marco de la reestructuración del comercio exterior que plantea el presidente Donald Trump.
Importaciones desde EEUU cayeron 8%
Las importaciones venezolanas desde Estados Unidos cerraron el primer trimestre en un monto de 1.057 millones de dólares, una caída anualizada de 8%, un dato que llega en medio de una importante alza del tipo de cambio en el país que encarece las compras externas.
La compra de diluyentes para el petróleo siguió al frente de la lista de compras a la nación del norte entre enero y marzo con un total de 553 millones de dólares, una disminución de 6% en contraste con el mismo lapso de 2024. Otra de las caídas que se registró fue en la importación de arroz que pasó de 64 millones de dólares en el primer trimestre del año pasado a 9 millones en el mismo período de este año (un desplome de 86%).
Las importaciones de harina de soya se contrajeron 17% al reportar un monto de 72 millones de dólares, mientras las de aceite de soya dieron un salto en el trimestre de 800% al pasar de 6 millones el año pasado a 54 millones en el actual.
Balanza superavitaria, por ahora
Los resultados del comercio con Estados Unidos en el primer trimestre muestran una balanza con superávit a favor de Venezuela de 568 millones de dólares, un dato que podría revertirse rápidamente si las exportaciones disminuyen debido a las sanciones petroleras, lo que a su vez podría llevar al gobierno de Trump a eliminar los aranceles a los productos no petroleros, debido a que el desbalance que justifica la medida ya no existiría.
En todo caso, la administración estadounidense podría mantener su decisión como una forma de presión política contra el gobierno de Nicolás Maduro.