La detención de un venezolano por parte del ICE, después de que acudiera a su cita de asilo, generó una serie de protestas el jueves en la ciudad de Nueva York por parte de activistas, quienes exigieron su liberación.
De acuerdo con ABC7, los manifestantes se apersonaron a las afueras del Departamento de Educación de Nueva York, en Bajo Manhattan, para rechazar lo ocurrido.
«Dylan (el venezolano) ha sido engañado, atrapado y secuestrado», aseguró la activista por los derechos de los inmigrantes Power Malu. «Estaba haciendo todo de la manera correcta», acotó.
Comentó que se ha mantenido en contacto con la madre del joven de 20 años, que ahora está escondida.
En solamente ocho días, el ICE trasladó a Dylan a cuatro estados distintos, incluso a regiones alejadas como Texas. Actualmente, está privado de libertad en Pensilvania.
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«Vino aquí legalmente. Tenemos que dejar claro que llegó a través de un puerto de entrada, solicitante de asilo y tiene autorización de trabajo, seguridad social», dijo Malu. «Todo lo que tiene que hacer para cumplir y asegurarse de que está en el camino hacia el estatus migratorio, lo ha estado haciendo. Ha estado yendo a sus audiencias judiciales y eso es exactamente lo que hizo en esta situación».
Más temprano ese día, los protestantes llevaron a cabo una vigilia frente a la corte de inmigración, mismo edificio donde detuvieron a Dylan la semana pasada. Así, protestaron de forma silenciosa contra la política de deportación del Gobierno de Donald Trump, que consideran “inhumana y racista”.
«Nada puede cambiar a menos que la gente se levante, sabemos que lo que estamos haciendo está en el lado correcto de la justicia, pronto la gente entenderá esto y se pondrá de pie», afirmó Ravi Raragbir, de la Coalición Nuevo Santuario.
A diferencia de otros detenidos en la ciudad, Dylan no contaba con antecedentes penales y estaba legalmente en Estados Unidos. A él, a su madre y a sus hermanos se les otorgó el TPS bajo el programa de asilo de la Administración Biden.
Se conoció que a algunos manifestantes los agredieron con gas pimienta. Los protestantes se sentaron en medio de la calle y al no obedecer una orden para dispersarse, las autoridades arrestaron a 23 de ellos.
Se trata del primer caso conocido de un alumno de una escuela pública de la ciudad detenido por las autoridades federales de inmigración.