El Departamento de Estado de Estados Unidos actualizó este lunes 12 de mayo su alerta de viaje a Venezuela, reafirmando el nivel 4 de advertencia, el máximo posible, y enfatizando el «peligro extremo» que corren los ciudadanos estadounidenses que permanecen en territorio venezolano.
«No viaje ni permanezca en Venezuela debido al alto riesgo de detención injusta, tortura, terrorismo, secuestro, aplicación arbitraria de las leyes locales, delincuencia, disturbios civiles y deficiente infraestructura sanitaria», señala la alerta.
También señala que la «delincuencia violenta, homicidios, secuestros y robos armados, es generalizada en todo el país, mientras que la escasez de gasolina, agua, alimentos, medicinas y suministros médicos continúa afectando a la mayoría de las regiones».
Asimismo, menciona la presencia de grupos terroristas colombianos en las zonas fronterizas con Colombia, Brasil y Guyana, y se advierte que incluso breves cruces por tierra hacia Venezuela pueden derivar en «detenciones arbitrarias».
Las autoridades estadounidenses recomiendan de manera «enfática» que todos los ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales que aún se encuentren en Venezuela abandonen el país «de inmediato».
El Departamento de Estado recordó que desde marzo de 2019 no opera personal diplomático en Caracas, por lo que la Embajada de EE. UU. permanece cerrada y todos los servicios consulares están suspendidos hasta nuevo aviso. Esto significa que Estados Unidos «no puede ofrecer asistencia a sus ciudadanos en caso de detención, emergencias médicas o evacuaciones».
«No existe una forma segura de viajar a Venezuela»
El Departamento de Estado subrayó que «no existe una forma segura de viajar a Venezuela» y recordó que quienes intenten entrar al país sin una visa válida «se exponen a detenciones indefinidas sin acceso consular».
La Administración Federal de Aviación (FAA) también mantiene una prohibición de vuelo en el espacio aéreo venezolano debido a los riesgos para la aviación civil.
La alerta incluye recomendaciones específicas para quienes, pese a la advertencia, decidan viajar, entre ellas contar con un plan de comunicación con familiares, preparar testamento, llevar suficientes medicamentos, contratar seguridad privada y no «depender en ningún caso» de asistencia del gobierno estadounidense.