El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, informó el martes que el gobierno ha revocado “probablemente menos de 1.000” visas por presuntas preocupaciones de seguridad nacional.
Durante una comparecencia ante el Comité de Asignaciones del Senado, Rubio señaló que la revocación de visas no solo obedece a preocupaciones de seguridad nacional, sino también a una variedad de otros factores.
Según CNN y Reuters, entre las razones figuran violaciones a los términos de la visa, abandono de estudios o antecedentes penales de los portadores.
En este sentido, aseguró que busca endurecer las medidas contra estudiantes y visitantes extranjeros, especialmente aquellos que expresan apoyo a los palestinos.
Según Rubio, él mismo firmó cada revocación. “Una visa no es un derecho. Es un privilegio”, afirmó ante los legisladores.
Críticos de esta política, como el senador demócrata Jeff Merkley, cuestionaron su legalidad y constitucionalidad. “La idea de que se pueda revocar una visa por la opinión que alguien tenga sobre las acciones futuras de una persona me parece una violación extraordinaria del debido proceso”, expresó Merkley durante la audiencia.
Uno de los casos más sonados fue el de Rumeysa Ozturk, una estudiante turca de la Universidad de Tufts, que fue detenida durante más de seis semanas en un centro migratorio en Luisiana tras coescribir un artículo de opinión crítico con la postura de su universidad frente a la guerra en Gaza. Fue liberada recientemente por orden de un juez federal.
Estas declaraciones se producen en un contexto de críticas hacia la administración Trump, acusada por organizaciones de derechos civiles de actuar de forma arbitraria al revocar visas de estudiantes acusados de antisemitismo, y posteriormente proceder a su detención, lo que ha generado preocupación sobre el respeto al debido proceso.