Autoridades informaron que se han detenido a al menos 56 personas en el centro de Los Ángeles tras el estallido de protestas en la ciudad contra las políticas migratorias de Donald Trump.
Según ABC News, el jefe policial, Jim McDonnell, dijo la noche del domingo que sus agentes concretaron 29 arrestos. Por su parte, el capitán Raúl Jovel, de la División Central del Departamento de Policía, resaltó que los uniformados materializaron unas 10 aprehensiones.
Asimismo, subrayó que la Patrulla de Carreteras de California, que tomó el mando de la aplicación de la ley en la autopista 101 luego de que los manifestantes cerraran la vía, llevó a cabo 17 capturas.
Los arrestos estuvieron basados en acusaciones de falta de dispersión. Entre los aprehendidos está una persona que habría lanzado una bomba molotov a un agente y otra que supuestamente chocó con una moto a una hilera de agentes de Los Ángeles, según Jovel.
Decenas de las detenciones se dieron en medio de las protestas contra redadas de inmigración, agregó.
Pese a que McDonnell señaló que los oficiales apoyan y protegen el derecho a la libertad de expresión, también advirtió a manifestantes sobre las posibles consecuencias en el caso de violar la ley. «Se están preparando para un futuro criminal», precisó.
Envío de tropas a Los Ángeles
El domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió 2.000 funcionarios de la Guardia Nacional para «intervenir» las protestas.
“Si el gobernador Gavin Newscum (apodo que usa el mandatario para referirse a Newsom), de California, y la alcaldesa Karen Bass, de Los Ángeles, no pueden hacer su trabajo, que todos saben que no pueden, entonces el Gobierno federal intervendrá y resolverá el problema”, dijo el mandatario en un mensaje de Truth Social.
Por su parte, Newsom dijo en un comunicado que «el Gobierno federal está tomando el control de la Guardia Nacional de California y desplegará 2.000 soldados».
«Esta medida es deliberadamente provocativa y solo intensificará las tensiones», agregó el demócrata, tras criticar las redadas que comenzaron el viernes.
Activistas y miembros de la comunidad latina protestaron el sábado tratando de evitar las detenciones, pero por más de dos horas los agentes federales repelieron a los manifestantes con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
Se registraron múltiples personas heridas entre los manifestantes golpeados por balas de goma y las granadas.
Las autoridades utilizaron tácticas militares para dispersar a los manifestantes para poder sacar a los detenidos en las redadas.