El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos informó que un hombre de 49 años murió bajo su custodia en un centro de detención en Miami, con lo que la cifra de fallecidos en lo que va de año, ascendió a siete.
Así lo suscribe un reporte de Diario Las Américas, citando un comunicado del servicio.
El caso más reciente se trata de Johnny Noviello un ciudadano canadiense que fue encontrado inconsciente a las 12:54 p.m. del lunes 23 del Centro de Detención Federal de Miami.
«El personal médico del centro le administró reanimación cardiopulmonar y utilizó un desfibrilador, pero los esfuerzos fueron en vano. El Departamento de Rescate de Bomberos de Miami lo declaró muerto en el lugar a la 1:36 p.m.».
Por ahora, investigan la causa del fallecimiento, pero no es un hecho aislado ya que, ya son al menos siete personas que han muerto bajo custodia del ICE en seis meses del 2025.
En 2024, la agencia reportó cerca de una docena de muertes. La lista de fallecidos recientes incluye a los ciudadanos mexicanos Jesús Molina Veya y Alberto Avellaneda Delgado, quienes murieron en Georgia. Desde 2003, más de 185 personas han perdido la vida en detención migratoria.
Mientras las autoridades canadienses exigen respuestas, la muerte de Johnny Noviello subraya las persistentes dudas sobre las condiciones del sistema de detención migratoria de Estados Unidos.
En medio del rechazo a las medidas migratorias del presidente de EE .UU., Donald Trump, una tienda de dulces en Chicago se ha hecho viral por vender piñatas de los agentes de ICE, el cuerpo que lleva a cabo las redadas contra migrantes en todo el país.
Así lo suscribe un reporte de este viernes de El País.
«El agente está quieto. Tiene un chaleco antibalas, gafas oscuras y una gorra negra. En el pecho, tres letras que han cobrado gran relevancia bajo el segundo mandato de Donald Trump: ICE. No se trata de un operativo ni de una redada. Es una piñata y está a punto de ser golpeada con fuerza. Sucede en Dulcelandia, una tienda de dulces ubicada en el barrio de Little Village, en Chicago, donde varias figuras de cartón y papel crepé en la vitrina principal del establecimiento se han convertido en símbolo de protesta», suscribe el texto.
Las imágenes se volvieron virales: los agentes de papel, con tez clara y sonrisas fijas, colocados entre serpentinas, dulces y juguetes. El contraste es brutal porque romper una piñata, en la tradición mexicana, es vencer el mal con los ojos vendados. Pero en el barrio latino de la Ciudad de los Grandes Lagos, nadie cierra los ojos. Todos saben lo que representa.
No es la primera vez que una figura del poder es convertida en papel maché para ser golpeada públicamente. En los últimos años, piñatas con el rostro de Donald Trump han sido despedazadas frente a sus propias torres en ciudades como Chicago, Nueva York o Toronto (hoy The St. Regis). Pero esta vez no se trata de un político, sino de la institución que lleva a cabo las detenciones: ICE, una agencia que se ha convertido en protagonista indeseada de la vida cotidiana en barrios como este, donde se vive en alerta permanente.