Para Israel, los científicos nucleares de Irán son un objetivo militar tan importante como los generales de su ejército. Ayer, con el mismo entusiasmo con el que anunciaban que durante su más reciente bombardeo «casi todas las estructuras de mando y control iraníes han sido destruidas y decenas de comandantes han sido eliminados», señalaron que las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron varios objetivos, incluyendo la eliminación de nueve científicos, lo que calificaron como «un logro significativo».
Una guerra muy particular que se inició en 2007, cuando Israel asesinó al físico nuclear y profesor de la Universidad de Shiraz, Ardeshir Hosseinpour, figura clave en la investigación nuclear de la República Islámica. Hosseinpour y varios de sus compañeros de trabajo perdieron la vida por intoxicación de gas durante sus trabajos nucleares en Isfahán. La empresa de inteligencia privada estadounidense, Stratfor, aseguró en un informe de febrero de 2007, que el científico fue asesinado por la agencia de inteligencia israelí, el Mosad.
En 2010, Masoud Ali Mohammadi, profesor de física en la Universidad de Teherán y miembro del programa de investigación nuclear, fue asesinado por una bomba adosada a una motocicleta que estaba estacionada junto a su vehículo.
Ese mismo año, presuntos agentes de los servicios secretos israelíes acabaron con la vida de Majid Shahriari, profesor de ingeniería nuclear y figura clave en el programa nuclear iraní. En esta ocasión, dos hombres en moto le colocaron una bomba magnética en su auto mientras conducía por una autopista de Teherán.
Algo similar le ocurrió al científico Fereydoun Abbasi Davani, pero logró escapar con vida del atentado.
En 2011, el investigador Darioush Rezaeinejad —experto en interruptores de alto voltaje, centrado en la activación de ojivas nucleares— fue tiroteado cerca de su casa en Teherán. Su esposa e hijas resultaron heridas.
A comienzos de 2012, Mostafa Ahmadi Roshan, ingeniero químico y figura clave en el programa nuclear de Teherán, fue asesinado como resultado de la explosión de dos artefactos colocados en su coche por un grupo de motociclistas.
Ocho años después, en 2020, otra operación acabó con la vida de Mohsen Fakhrizadeh, considerado el cerebro detrás del programa secreto de armas nucleares de Irán y el «padre de la bomba iraní». Fakhrizadeh resultó mortalmente herido cuando su coche fue baleado en la ciudad de Absard, al este de Teherán. Un ataque que, según Irán, se realizó con una «ametralladora controlada a distancia». Durante el ataque también explotó una bomba en una camioneta Nissan.
A todos ellos se les suman ahora los nueve científicos y expertos de alto rango que trabajaban en el programa de armas nucleares de Irán y que fueron eliminados en los más recientes ataques de las Fuerzas Aéreas de Israel.
«Eran parte central en el proceso de avance hacia el armamento nuclear. Su eliminación supone un daño significativo a la capacidad del régimen iraní para obtener armas de destrucción masiva», declararon las autoridades de Israel.
Una lista que incluye a: Mohammad Mehdi Tehranchi, físico y rector de la Universidad Islámica Azad. Fereydoun Abbasi Davani, exjefe de la Organización de Energía Atómica de Irán y exmiembro del Parlamento iraní. Había sobrevivido a un primer intento de asesinato el 29 de noviembre de 2010. Abdolhamid Minouchehr, director de la facultad de Ingeniería Nuclear y especialista en la seguridad de reactores nucleares para producción de energía. Ahmad Reza Zolfaghari, profesor de la Universidad Shahid Beheshti especialista en seguridad radiológica. Seyed Amirhossein Feghi, catedrático de Aplicaciones de la Radiación en la Shahid Beheshti. Una lista a la que se suman otros tres científicos nucleares, Ali Bakaei Karimi, Mansour Asgari y Said Borji.