Los niños de Gaza están en riesgo de “empezar a morir de sed” por el bloqueo del combustible que usan las plantas desalinizadoras, que impuso Israel hace más de 100 días, alertó este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
“Actualmente sólo operan un 40 % de las instalaciones de producción de agua en Gaza, y sin combustible pueden dejar de funcionar en cuestión de semanas”, dijo el portavoz de la organización James Elder.
En videoconferencia desde Amá, la fuente aseguró que la escasez de agua en Gaza «puede considerarse una sequía provocada», y aseguró que es una crisis «a la que podría ponerse fin de la noche a la mañana» si cesara el bloqueo israelí de ayuda humanitaria.
Ese bloqueo también incluye ayuda alimentaria, y el hambre entre los menores gazatíes también está alcanzando graves cotas, afirmó Elder, quien subrayó que cada día más de un centenar de niños son tratados por malnutrición, sin contar muchos otros que no están pudiendo acceder a atención médica.
«Estamos en el momento más crítico desde que esta ‘guerra contra los niños’ comenzó», aseguró el portavoz de UNICEF, quien también denunció los casos detectados de enfermedades infecciosas como hepatitis A y B en un momento en el que los hospitales gazatíes también están gravemente afectados por la falta de combustible.