El jefe de la Casa Blanca redobló este jueves su apuesta por una política migratoria de mano dura al anunciar que su Gobierno busca deportar al menos un millón de inmigrantes por año.
La iniciativa forma parte del ambicioso proyecto legislativo que el mandatario bautizó como «Gran y hermoso proyecto de ley» («Big Beautiful Bill», en inglés), presentado ante el Congreso y respaldado por la Casa Blanca.
«Vamos a financiar completamente las secciones finales del muro fronterizo y propondremos un nuevo impuesto sobre las remesas de dinero enviadas a países extranjeros». «Y aumentaremos drásticamente las deportaciones a un mínimo de un millón de inmigrantes ilegales al año», dijo Trump durante un discurso en la Casa Blanca.
El plan contempla el refuerzo masivo del aparato migratorio, incluyendo la contratación de 10.000 nuevos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), 5.000 oficiales adicionales para la Patrulla Fronteriza y la construcción de más centros de detención.
También prevé más fondos para vuelos de deportación y operativos en ciudades que limitan su cooperación con las autoridades migratorias federales.