La producción petrolera de Venezuela creció un 2,6 % en el segundo trimestre del año respecto al primero, pese al vencimiento, por orden de Washington, de la licencia que permitía a la estadounidense Chevron operar en el país caribeño, como parte de la política de sanciones contra Caracas, según cifras oficiales difundidas este martes.
Venezuela, que cuenta con las mayores reservas probadas de crudo, produjo en el período de abril a junio un promedio de 1.062.000 barriles por día (bpd), 27.000 bpd más que en los primeros tres meses del año, cuando fue de 1.035.000 bpd, indicó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en un informe que cita fuentes oficiales.
La producción alcanzó el pasado mes su mayor nivel en lo que va de año, de 1.069.000 bpd, un incremento de 3.000 bpd respecto a mayo, cuando la Administración de Donald Trump puso fin a la licencia de Chevron, que tiene prohibido invertir, producir y exportar crudo desde Venezuela y solo puede hacer operaciones esenciales de mantenimiento.
Producción no depende de licencias
Por su parte, el Gobierno de Nicolás Maduro insiste en que la nación caribeña «no depende de licencias», y advierte que las sanciones impuestas contra los países productores de energías fósiles representan una amenaza para la seguridad energética global.
Según cifras oficiales, la producción venezolana superó en enero pasado, y por primera vez desde junio de 2019, el nivel del millón de bd de crudo, sobre el que se mantuvo el resto del primer semestre de 2025.
Recientemente, el Ejecutivo chavista revisó planes conjuntos «en exploración, producción y comercialización» con Turquía y la cooperación «dentro de la OPEP y OPEP+» con Arabia Saudita, según informó la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.
La también ministra de Hidrocarburos reiteró el pasado 5 de julio que Venezuela mantiene «inalterable sus compromisos contractuales con las empresas internacionales en el país, víctimas de sanciones ilícitas» del Gobierno estadounidense