Una jueza federal reafirmó que el Ejecutivo estadounidense tiene la obligación de procesar, transferir y liberar a los niños inmigrantes detenidos en la frontera con la mayor celeridad posible, a la luz de un acuerdo firmado en la década de los noventa.
Dolly Gee, del Tribunal del Distrito Central de California, negó una solicitud del Gobierno del presidente Donald Trump de poner fin al Acuerdo Flores, vigente desde hace tres décadas, informó el National Center for Youth Law, que defiende a los inmigrantes menores de edad.
El pacto, que se firmó en 1997 tras años de litigio, establece que las autoridades federales no pueden mantener en centros de detención a menores de edad indocumentados por más de 20 días y se les debe garantizar su seguridad y bienestar.
No obstante, el monitor asignado por Gee para defender el Acuerdo Flores ha documentado “evidencia alarmante” de que los niños están siendo sometidos a detención prolongada en condiciones punitivas, similares a las de una prisión.
Muchos permanecen confinados durante semanas o incluso meses en las instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), lugares de detención destinados únicamente al procesamiento a corto plazo, donde las condiciones son totalmente inapropiadas y perjudiciales para los niños, denunciaron los abogados defensores.
“Estas instalaciones de la CBP son crueles, inhóspitas y psicológicamente traumáticas para los niños”, declaró Sarah Kahn, abogada principal del Center for Human Rights and Constitutional Law.
En su fallo, Gee dijo que “las instalaciones de la CBP están diseñadas únicamente para uso a corto plazo” y ordenó que los niños permanezcan detenidos allí solo durante el tiempo “razonablemente requerido” para procesarlos para su liberación y/o gestionar el traslado a una instalación más adecuada.
“Ningún niño debería estar en prisión por ningún período de tiempo. Esta orden ayudará a acortar el encarcelamiento de los niños y a sacarlos rápidamente de las peores y más traumatizantes instalaciones”, advirtió Kahn.
Gee también determinó que el Gobierno de Trump incumplía considerablemente el acuerdo al exponer a los niños a condiciones inseguras y ordenó que los menores fueran expuestos a temperaturas confortables, y que las luces se atenuaran o apagaran por la noche para que pudieran dormir.
La orden de la jueza se dio después de que los abogados expusieron las duras condiciones que enfrentan los menores detenidos.
“Un niño me contó que extrañaba ver el sol, y que la única manera de saber la hora o el día era siguiendo un reloj instalado en una estación de vigilancia”, contó Becky Wolozin, abogada principal del National Center for Youth Law.
Por su parte, Leecia Welch, subdirectora de Litigios de Children’s Rights, consideró que fallo del tribunal de distrito “subraya el papel fundamental” del Acuerdo Flores en la protección de la seguridad y el bienestar de los niños bajo custodia del gobierno.
Esta no es la primera vez que el Ejecutivo estadounidense pretende terminar o modificar el acuerdo. Tanto el Gobierno de Trump como el de los demócratas Barack Obama (2009-2017) y Joe Biden (2021-2025) han pedido a la corte cambios en el pacto.