El Gobierno de EE. UU. también ordenó el despliegue de un escuadrón anfibio al sur del Caribe, como parte de los esfuerzos de la administración de Donald Trump para «enfrentar» a los cárteles de droga latinoamericanos, señalaron dos fuentes informadas sobre el envío a Reuters.
Señalaron que el USS San Antonio, el USS Iowa Jima y el USS Fort Lauderdale podrían llegar frente a la costa de Venezuela el domingo. Los navíos transportan a 4.500 miembros del servicio, incluidos 2.200 infantes de marina, explicaron.
Los informantes, que hablaron desde el anonimato, se negaron a dar detalles sobre la misión concreta del escuadrón anfibio. Sin embargo, dijeron que los despliegues recientes tienen como propósito abordar «amenazas a la seguridad nacional de EE. UU.» de parte de «organizaciones narcoterroristas» especialmente designadas en la región.
Este envío se suma al despliegue de buques de guerra que el Gobierno de Trump ha hecho, con el fin de enfrentar a los cárteles de droga, designados como grupos terroristas.
En contexto
Este despliegue se suma al envío de varios destructores estadounidenses equipados con el sistema Aegis, una tecnología de defensa diseñada para rastrear múltiples objetivos y neutralizar amenazas aéreas o marítimas de forma simultánea, los cuales se posicionarán frente a las costas de Venezuela.
El operativo forma parte de un despliegue militar contra organizaciones de narcotráfico en América Latina, y cuenta con alrededor de 4.000 marines en la región del Caribe, además de aviones de vigilancia P-8 Poseidon, varios buques de guerra adicionales y al menos un submarino de ataque.
Trump, quien asumió el poder en enero, ha buscado utilizar a los militares para perseguir a las bandas de narcotraficantes latinoamericanas que han sido designadas como organizaciones terroristas globales. El Pentágono recibió instrucciones de preparar opciones al respecto.
Trump ha hecho de la represión de los carteles de droga un objetivo central de su administración, como parte de un esfuerzo más amplio para limitar la migración y reforzar la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos.
A solo cinco horas
Además, según un artículo publicado por Elizabeth Fuentes, estos navíos se ubicarán a solo cinco horas de Venezuela.
Los buques de guerra estadounidenses USS Gravely y Jason Dunham zarparon desde Mayport, Florida, la semana pasada, mientras que el Sampson se encuentra próximo al Canal de Panamá y un cuarto buque de combate, el Litorial USS ya opera en las cercanías de Curazao. Así lo asegura la revista «Zona Militar», especializada en estos temas.
La orden del gobierno de Donald Trump de militarizar el espacio aéreo y naval en aguas internacionales cercanas a Venezuela para combatir el narcotráfico, incluye la presencia de un avión espía y un submarino de ataque, cuyas características no han sido divulgadas por razones de seguridad.
Una vez instalados en aguas internacionales, que comienzan a partir de las 200 millas náuticas de la costa venezolana, los destructores desplegados podrían recorrer esas 200 millas náuticas en aproximadamente 5.5 a 7.4 horas, con una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora.
Los tres buques, de la clase Arleigh Burke, son el despliegue naval estadounidense más amplio en el Caribe, los cuales vienen acompañados por aeronaves de patrulla marítima (P-8 Poseidón) capaces de rastrear submarinos y buques a grandes distancias mediante radares avanzados, sensores y sonoboyas.