Imágenes difíciles de imaginar se vivieron en la ciudad china de Dongchuan, en el suroeste del país, cuando una niña de tres años entró caminando en un hospital con un cuchillo de cocina incrustado en la cabeza.
La pequeña, que estaba acompañada de su madre, fue captada en vídeo por un testigo en el momento en que ingresaba en el Dongchuan People’s Hospital con la hoja de 15 centímetros clavada justo por encima de la oreja derecha, como cuenta el diario The Telegraph.
Las imágenes, difundidas en la red social china Weibo y replicadas en todo el país, desataron una oleada de comentarios y críticas, especialmente hacia la madre de la menor, de apellido Hu.