La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, informó este martes que se reunió con el ministro de Minas y Energía de Colombia, Edwin Palma, para conversar «sobre la hoja de ruta establecida y acordada entre ambos gobiernos para la venta de Monómeros».
En un mensaje publicado en su canal de Telegram, Rodríguez explicó que junto a Palma, revisaron la «agenda de cooperación energética en materia de gas, petróleo y energía eléctrica, entre ambos países».
«Además, conversamos sobre la hoja de ruta establecida y acordada entre ambos gobiernos para la venta de Monómeros, compañía clave para el sector agrícola de Colombia», agregó.
En contexto
El pasado 23 de julio, Palma aseguró que su Gobierno y el de Venezuela firmarían un «acuerdo de confidencialidad» para la compra de la empresa Monómeros, una de las principales proveedoras de fertilizantes en el vecino país.
Palma resaltó que la decisión obedecía criterios de «soberanía alimentaria» y «estabilidad económica» para el sector agropecuario.
«Monómeros es una empresa estratégica para Colombia, para el agro, para los alimentos y para los campesinos», dijo Palma. Al mismo tiempo, hizo énfasis en el valor estructural que representa la compañía.
«Ha habido una manifestación pública del gobierno venezolano de querer vendérsela prioritariamente al Gobierno colombiano. Queremos que el proceso sea transparente, técnico y viable. Por eso firmamos este acuerdo para intercambiar información financiera y establecer una metodología de valoración conjunta», añadió en ese momento.
Trascendió que dicha firma permitirá a las partes revisar los estados financieros para así determinar el valor real de Monómeros. Se calcula que su precio oscila entre los 70 y 350 millones de dólares.
Pese a esto, el principal reto para concretar la venta responde a las sanciones impuestas por EE. UU. al Gobierno venezolano, sobre todo las que pesan sobre empresas vinculadas a Pdvsa.
Es por eso que Colombia, por medio de su embajador en Washington, hace gestiones para extender o reactivar las licencias especiales que permitan concretar la compra sin violar normativas internacionales.
Recuento de hechos
En 2022, el gobierno de Nicolás Maduro recuperó Monómeros, compañía que estuvo controlada por el sector opositor que lideraba Juan Guaidó, esto debido a que el expresidente de Colombia, para ese entonces, Iván Duque, lo reconocía como el «presidente interino» de Venezuela y dejó en su poder la gestión de la filial de Pdvsa.
«Monómeros estaba destruida (y) la dejaron oxidarse (…) Qué dolor el daño que le hicieron a Monómeros, la saquearon, (Juan) Guaidó, Leopoldo López y los 40 ladrones, saquearon Monómeros para enriquecerse», dijo Maduro durante una alocución durante ese período.
Meses después, el exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, afirmó que su nación mantenía el interés de poder comprarla.
Benedetti, en medio de una entrevista, confirmaba la disposición del gobierno madurista a vender Monómeros, considerando que sería «más rentable que Ecopetrol», principal empresa de petróleo en Colombia.
Sin embargo, entre Colombia y Venezuela parecían atizarse tensiones por la filial de Pequiven, al punto que en noviembre del año 2024, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en un comunicado publicado en sus redes sociales rechazaba la supuesta pretensión del ministro de Industria y Producción Nacional, Alex Nain Saab Morán, de querer «vender y privatizar» Monómeros.
“No cabe duda de que esta decisión podría condenar a la pobreza y el hambre a millones de personas que representan la base de la soberanía alimentaria de nuestra región”, advirtió el gobernante colombiano.
El anuncio de «venta y privatización» ocasionó tal controversia que ante la falta de certeza sobre el futuro de la filial, uno de los directivos de la petroquímica Monómeros, Rodrigo Ramírez, tomó la decisión de renunciar.
«He presentado mi carta de renuncia ante los directivos de Monómeros S.A., y dejo constancia del retiro del gobierno en la junta directiva de esta empresa», declaró.
¿Qué más ocurrió durante este año?
La Superintendencia de Sociedades de Colombia anunció la decisión de someter al máximo grado de supervisión, denominado control, a la sociedad Monómeros Colombo Venezolanos S.A.
La decisión se adoptó con fin preventivo para preservar a la empresa como «unidad productiva y fuente generadora de empleo, ante la situación financiera que presenta oportunidades de mejora en cuanto a sus fuentes de financiación, disminución de ingresos, flujo de caja, entre otros», reza el comunicado publicado en X.
«El máximo grado de supervisión, denominado ‘control’, no es una toma de posesión ni habilita a la Superintendencia de Sociedades para coadministrar la Sociedad, quien conserva su autonomía con las limitaciones y para los fines indicados en la Constitución y la ley, con plena garantía de sus derechos», sostiene.
Por último, la Superintendencia de Sociedades de Colombia el pasado 19 de febrero recibió una solicitud presentada por Monómeros para la suscripción de un contrato de asistencia técnica con la sociedad Nitrofert Asset Management S.A.S., que según se informó tenía por objeto evaluar la posibilidad de la venta de sus activos, pero el organismo no lo autorizó.
Monómeros se encuentra sometida al máximo grado de supervisión denominado “control” que ejerce la Superintendencia, por lo que requiere de una autorización previa para ejecutar este tipo de operaciones.