«Cuando revisas los números, estadísticas y lo que dicen los expertos en la materia, te indican que el mayor flujo de drogas pasa por el Pacífico y no por el Caribe, entonces la principal mentira es que el Caribe sea el principal corredor de drogas a Estados Unidos y Europa».
«Trump es un tipo emotivo, emocional; hoy puede decir que no, que es solamente por el tema de drogas, y mañana amanece loco porque, lamentablemente, el señor Marco Rubio está haciendo un pésimo trabajo y le está dando pésimas informaciones al presidente y este a veces termina creyendo lo que ellos les dicen», expuso.
Añadió que: «El costo de poner el pie aquí (Venezuela) es muy alto para Estados Unidos, porque va a revivir los fantasmas del intervencionismo yankee en la región: la Operación Cóndor y todo lo que hicieron en Centroamérica en décadas pasadas; además, la comunidad internacional no está acompañando, entonces va a tener un costo muy grande en reputación».
En esta línea aseguró que Estados Unidos está buscando «alentar revoluciones, quiebres internos, para ellos (EE.UU) sí poder justificar una entrada», dijo, por ejemplo, algún tipo de protestas violentas.
«Si aquí se prende un zafarrancho, un indicio de guerra civil o la gente salió a manifestar y hubo unos muertos, ellos podría utilizar eso y ‘ya que estamos aquí cerquita, déjame ayudar'», expresó Urbaneja.
Urbaneja fijó que lo que sí es una gran verdad es que Venezuela no es un país con incidencia en el tema del trasiego de drogas; por el contrario, se ubica entre los 10 países con mayores acciones en el combate de drogas. Adicionalmente, el consumo «no es endémico» en comparación con otros países y ciudades del mundo, incluso del mismo Estados Unidos.
Sobre el papel del secretario de Estado, Marco Rubio, en las tensiones que se configuran actualmente contra Venezuela, recordó que, si bien siendo parte de un sector «muy pequeño» como el de los «Crazy Cuban», conformado por Maria Elvira Salazar, Mario Díaz Balart y Carlos Giménez, quienes impulsan las agresiones contra el país, hay personajes como Richard Grenell, quien hace unos días ratificó las conversaciones con el Gobierno del presidente Maduro por órdenes de Trump.
«Creo, por las últimas declaraciones de Grenell, que va a empezar a equilibrarse la balanza en el plano diplomático. Hasta ahora, obviamente, el peso de esos barcos en el Caribe no es poca cosa; hace dos semanas atrás, podríamos haber afirmado que Rubio estaba ganando la batalla convenciendo a Trump de que ese era el camino».
Urbaneja también consideró que, por demás, la carta enviada por el presidente Nicolás Maduro a Trump es una clara señal de que «el mundo diplomático empieza a moverse y ganar parte del terreno».
«Los diálogos, las negociaciones tienen enemigos; porque hay gente que vive del conflicto y no les interesa en lo absoluto que estos sean resueltos mediante una negociación o un acuerdo», dijo al señalar que esa misiva que está dentro del escenario diplomático, defendido por el Gobierno nacional y Grenell, pudo haber sido filtrada por grupos vinculados a Rubio. «Fue una estrategia tonta», que dijo, fortaleció al presidente Maduro.
De acuerdo a Urbaneja, «la carta no es un símbolo de debilidad, demuestra firmeza, lo que tiene que hacer un jefe de Estado» frente a las amenazas. «¿Un presidente irresponsable qué va a hacer?, subirle el volumen para de verdad entrar en una confrontación bélica. Todos sabemos cuál es el costo de eso».