El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, convocó este viernes mediante decreto un referéndum para que los ecuatorianos se pronuncien sobre la instalación de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva carta magna, sin obtener antes la validación previa de la Corte Constitucional, conforme establece la norma.
«La obstrucción que ciertos organismos politizados intentan imponer al cambio que necesita el país no será motivo para detener la voluntad del pueblo ecuatoriano», dijo la Presidencia en un comunicado.
De igual forma se anunció la decisión del mandatario de no pasar el filtro del tribunal constitucional, con quien está enfrentado por limitar varias leyes y acciones del Gobierno que acumulan demandas de inconstitucionalidad al anunciar vulneración de derechos fundamentales.
Según la Constitución, una consulta popular solo puede ser convocada después de que el alto tribunal emita un dictamen favorable sobre la constitucionalidad de las preguntas propuestas, algo que no ha sucedido hasta el momento pues el presidente no envía esta pregunta a la Corte.
Sin embargo, en el decreto ejecutivo de este viernes, Noboa cita otro artículo de la Constitución en el que se señala que la Asamblea Constituyente solo puede ser convocada mediante consulta popular y que esa consulta podrá ser solicitada por la presidenta o presidente de la República, por las dos terceras partes de la Asamblea Nacional, o por el 12% de las personas inscritas en el registro electoral.
«La precitada norma es clara, concreta y especial dentro del cuerpo constitucional prevaleciendo sobre cualquier disposición de carácter general o cualquier pronunciamiento contrario al tenor literal de la norma, constituyendo un mandato expreso y claro para todos los poderes y organismos del Estado», dijo Noboa en su decreto.
Agrega que «la voluntad del constituyente de no establecer requisitos adicionales a los contemplados» en ese artículo, en el que también se señala que la consulta debe incluir la forma de elección de las personas representantes y las reglas del proceso electoral, «no deja resquicio alguno de duda respecto a su aplicación, por lo que no es procedente el empleo de otros métodos de interpretación».
El presidente dispuso al Consejo Nacional Electoral (CNE) que continúe con el proceso previsto en la Constitución y en la ley electoral para llevar a los ecuatorianos a las urnas.
La Asamblea Constituyente
Si los ecuatorianos aprueban en las urnas la instalación de la Asamblea Constituyente, deberán convocarse otro proceso electoral para elegir a los 80 asambleístas que, según el decreto ejecutivo emitido este viernes, conformarán el hemiciclo.
Serán 52 asambleístas provinciales, 22 nacionales y seis correspondientes al exterior, quienes tendrán sus respectivos suplentes.
La Asamblea Constituyente durará 180 días contados a partir de su instalación y prorrogables una sola vez por hasta 60 días adicionales, mediante resolución adoptada por las dos terceras partes de sus integrantes.
Se instalará oficialmente y sin necesidad de convocatoria previa a los diez días siguientes de la proclamación de los resultados por parte del CNE. La sesión será conducida provisionalmente por los tres asambleístas más votados.
Una vez que haya una nueva propuesta de Constitución, deberá ser aprobada por la mitad más uno de los ecuatorianos en un nuevo referéndum.
Propuesta de campaña
La Asamblea Constituyente, con la que Noboa busca cambiar la carta magna aprobada durante el mandato del expresidente Rafael Correa (2007 – 2017) fue una de sus más grandes promesas de la campaña electoral donde logró ser reelegido como gobernante de Ecuador para un período completo (2025-2029), tras haber llegado al poder en 2023.
Sin embargo, el mandatario había dejado momentáneamente esta propuesta de lado al ver que tenía controlado a su favor la Asamblea Nacional (Parlamento), que con mayoría oficialista y con el correísmo como oposición, permitió una serie de leyes tramitadas de manera exprés.
Estas normas incluían una serie de disposiciones polémicas denunciadas por organizaciones sociales y colectivos ciudadanos, quienes recurrieron a la Corte Constitucional, que las suspendieron temporalmente.
A eso se suma que los jueces constitucionales negaron tres preguntas del referéndum impulsado por Noboa, decisiones que el presidente criticó fuertemente y que lo llevaron a liderar dos multitudinarias marchas contra los magistrados en Quito y Guayaquil.
Este viernes, Noboa también convocó a un referéndum para preguntar a los ecuatorianos si están de acuerdo o no en eliminar la prohibición de establecer bases militares extranjeras, como la que Estados Unidos tuvo en la ciudad de Manta hasta 2009, una consulta que sí había recibido el visto bueno de la Corte Constitucional. EFE