La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó este martes que «no existe evidencia comprobada de que el paracetamol cause autismo, ni que las vacunas estén relacionadas con este trastorno», en respuesta a las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump.
“Algunos estudios observacionales han sugerido una posible asociación entre la exposición al paracetamol y el autismo, pero la evidencia sigue siendo inconsistente”, señaló en un encuentro con la prensa el portavoz de la OMS, Tar Jasarevic.
Asimismo, indicó que, si bien algunos estudios observatorios han sugerido una posible asociación entre el autismo y el acetaminofén o paracetamol, otros «no han demostrado tal relación». «Las pruebas siguen siendo inconsistentes», afirmó.
Trump, en un evento desde la Casa Blanca el 22 de septiembre, recomendó a las mujeres embarazadas evitar el paracetamol, asegurando que su consumo aumenta el riesgo de autismo en los niños.
Además, cuestionó el calendario de vacunación infantil vigente y anunció nuevas guías de salud de su administración, argumentando que su equipo estaba implementando lo que llamó “Gold Standard Science” para abordar el aumento de casos de autismo en EE. UU. La Secretaria de Prensa Karoline Leavitt indicó que la administración busca “publicar con valentía nuevas recomendaciones y opciones de tratamiento que podrían mejorar síntomas del autismo”.
Trump citó estudios observacionales que sugieren una posible asociación entre la exposición prenatal al acetaminofén y trastornos neurológicos como el autismo y el TDAH, aunque reconoció que la evidencia aún es «inconsistente».
En respuesta, la FDA anunció que iniciará un proceso para modificar las etiquetas de productos con acetaminofén, como Tylenol, para informar sobre los posibles riesgos de efectos neurológicos en niños, enviando además alertas a médicos de todo el país. El comisionado de la agencia, Dr. Marty Makary, aclaró que el acetaminofén sigue siendo el único medicamento de venta libre aprobado para tratar la fiebre durante el embarazo, y que la decisión final sobre su uso corresponde a los padres y médicos, aplicando el principio de precaución.
Mientras tanto, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitió un comunicado asegurando que el paracetamol puede seguir utilizándose durante el embarazo cuando sea clínicamente necesario. Según la EMA, la evidencia científica disponible no respalda la existencia de un vínculo entre el paracetamol y el autismo, y recomienda siempre usar la dosis mínima efectiva durante el menor tiempo posible.
La OMS enfatizó que los estudios actuales son insuficientes para establecer un vínculo causal entre el uso de paracetamol durante el embarazo y trastornos del espectro autista, e instó a las mujeres embarazadas a seguir las recomendaciones de sus profesionales de salud y evitar decisiones basadas en información no verificada.